miércoles, 28 de noviembre de 2012

Udinese y el imperio Pozzo

Arthur Antunes Coimbra fue uno de los mejores futbolistas de la historia. Uno de los más grandes. Quizá algunos lean su nombre de pila y no sean capaces de ponerle una cara al asunto, lo cual resulta, verdaderamente, una injusticia poética que va de la mano del "no título" de la selección brasileña en el mundial 82. Justicia poética es un viejo tópico literario en el que, resumiendo, los buenos ganan y los malos pierden. Así que el término injusticia poética, de uso más reciente, es justo lo inverso (digo yo). Sin duda, un tanto absurdo esto de justicia o no justicia, porque en el fútbol esa balanza se inclina dependiendo de quién ponga las piedras en uno u otro lado, pero la realidad, y para concluir, es que la selección brasileña, (pentacampeona del mundo), no ganó la copa dorada con el que quizá fue su mejor equipo de todos los tiempos. Motivo al parecer suficiente como para que Zico no sea considerado como uno de los más grandes por la opinión popular. No he venido aquí a hablar de Brasil ni de Zico, pero me parecía importante contextualizar su figura antes de empezar a hablar del Udinese Calcio.

Porque este humilde club del Friuli, (norte de Italia), consiguió que Zico vistiera la zamarra blanquinegra entre los años 83 y 85. Udinese no tenía ningún título importante en sus vitrinas (esto no ha cambiado), y se trataba de un club ascensor cuyo mayor éxito en su historia se trataba de un cuarto puesto en Serie A conseguido en la temporada 1956/1957. Zico llegó, marcó 19 goles, y fue el segundo máximo goleador de la categoría, quedando a tan sólo uno de Michel Platini, que había jugado cuatro partidos más que él. Zico jugó un año más en Italia, aunque la siguiente temporada fue un calvario en forma de lesiones, lo que llevó al genio brasileño a volver a su Flamengo. Tiempo suficiente para considerarle un ídolo, y sirva como ejemplo que por aquel entonces, las noticias de su fichaje eran precedidas por titulares tales como: "Llega su majestad". Una etapa bonita e ilusionante, que no se transformó en forma de títulos, pero que se puede considerar precedente a los nuevos caminos del club friuliano, cuando en el año 86 Giampaolo Pozzo se convirtió en su nuevo propietario.

Giampaolo Pozzo, nacido en Udine en 1941, fundó en 1962 el Gruppo Freud en la ciudad, una empresa que se dedicaba a la fabricación de herramientas soldadas, y que con el paso de los años pasó a ser una de las más importantes fábricas de herramientas de corte realizadas con carburo, con más de mil empleados y con sede en varios puntos del mundo. La llegada de Pozzo al club en 1986 no fue de grato recuerdo, ya que Udinese descendió por culpa de un caso de apuestas, y en los años siguientes subió y bajó varias veces, hasta que el equipo se asentó definitivamente en la Serie A a partir de la temporada 1994/1995. Dicen que Giampaolo no terminó de dar nunca con la tecla correcta, hasta que en el año 93 su hijo Gino, que acababa de terminar sus estudios de Marketing, se incorporó al club. Es habitual que los dueños de los clubes de fútbol se empeñen en tomar decisiones deportivas (en muchos casos sin estar capacitados para ello), pero por lo que cuentan de Gino, y por los resultados que se han ido viendo, parece ser que el asunto es diferente. Muchos se acordarán de Andrea Carnevale, aquél delantero que compartió minutos de gloria con Maradona en el Napoli. Pues bien, Carnevale es hoy en día jefe de la sección de scout de Udinese, y habla maravillas de Gino, asegurando que sabe mucho de fútbol. 

A partir de entonces el club friuliano ha conseguido un crecimiento progresivo que ha encontrado su auge cuando al final de las temporadas 2010/2011 y 2011/2012 ha obtenido la opción de disputar la fase previa de la UEFA Champions League. La filosofía para conseguir tal éxito estaba bien definida: una red de ojeadores que apostase por futbolistas con un porcentaje de riesgo alto de que no resultasen apropiados, con la intención de tener los derechos federativos de muchos jugadores y que estos se formasen bien en el club, bien en el primavera, o a través de numerosas cesiones. El riesgo de mal resultado era alto, pero a cambio se asumían riesgos económicos muy pequeños y en el caso (como así ha sido una y otra vez a lo largo de los años), de que esos futbolistas se revalorizasen, el club recibiría sumas de dinero muy superiores a lo pagado anteriormente. Gracias a esta idea el club ha experimentado un crecimiento económico, puesto que ha supuesto su mayor fuente de ingresos. 

El comentario general durante estas últimas temporadas ha sido la asombrosa capacidad del club a la hora de reinventarse, tras haber perdido muchos futbolistas importantes. Desde los Pizarro, Iaquinta o Jankulovski, donde hay que mirar más atrás, hasta las vitales bajas de Alexis Sánchez, Inler o Zapata más recientemente. Lo sorprendente de Udinese ha sido conseguir mantener una línea regular en sus resultados a la vez que crecía económicamente gracias a sus traspasos. Sin embargo, este año han saltado las alarmas. La no clasificación a la UEFA Champions League frente al Arsenal fue un varapalo importante, pero algo entendible, siendo el verdadero golpe la eliminación a cargo del Sporting de Braga este verano. No solo el equipo quedó apeado de la competición que Guidolin (técnico del equipo) anhelaba disputar por encima que cualquier otra, si no que la forma de sufrirlo fue realmente cruel, en una tanda de penaltis en la que uno de sus recientes fichajes, el brasileño Maicosuel, erró su lanzamiento tras un disparo al estilo panenka. El equipo tuvo que jugar la Europa League (de la que ha sido eliminado en la fase de grupos), y en la Serie A se encuentra en el 12º lugar de la tabla. 

Mercado (2010, 2011, 2012)

1.2010 (+12.1 M€)



2. 2011 (+48.7 M€)


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3. 2012 (+7.5 M€)


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Capturas tomadas de la web soccerway.com

Solo en el mercado de traspasos, y sin contabilizar el ahorro en fichas de los futbolistas vendidos, el Udinese ha obtenido beneficios de 68,3 millones de euros en los últimos tres años. Como se exponía anteriormente, la política del club es evidente: comprar barato y vender caro. La otra parte lógica, es que muchos de esos futbolistas desconocidos que llegan a Udine se forman lejos del club. Para muestra un botón: la cantidad ingente de cesiones (y de copropiedades, aunque no aparezcan como tal*), que se muestran en las capturas previas son la prueba evidente. Los futbolistas se reparten por diferentes clubes, pero en este aspecto, Udinese también tiene una política marcada: la de los equipos llamados satélites. Un caso cercano es el del Granada, y es que la familia Pozzo invirtió en acciones del club andaluz en el año 2009. Gracias a su buena relación con Quique Pina (presidente), que además es el representante legal de los futbolistas del Udinese para cualquier operación en España, llegaron acuerdos en los que el Udinese pagaba parte de la ficha, (o la totalidad) de los hombres que marchaban cedidos, para que se fogueasen. Beneficio para ambos. El Granada llegó a primera división y algunos de los hombres de los que el Udinese posee los derechos han acumulado experiencia y rodaje. Las redes no se quedan en España, y es que la familia ha hecho algo parecido con el Watford inglés. La familia Pozzo compró el club en junio de 2012, puso a Gianfranco Zola en el banquillo y le ha cedido una cantidad ingente de futbolistas. El Watford, de momento, está en 8ª posición del Championship (2ª categoría del fútbol inglés). Hasta hace unos meses, los elogios se sucedían gracias a su fórmula. El club ingresaba dinero, y su rendimiento deportivo mantenía una línea regular. Ahora mismo, todo se ve desde otro prisma.

*Se pueden ver las resoluciones de las últimas copropiedades en este listado.

Evolución deportiva

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Y es que el Udinese no solo cayó en la fase previa de la Champions y se fue a casa en la de grupos en Europa League, si no que además se pasea por la mitad baja de la tabla de la Serie A. Históricamente, nada que reprochar, pero si se ve desde un punto de vista más reciente queda la duda de hasta qué punto es beneficioso para el club una política de venta a discreción. En tan solo dos años, han perdido a Handanovic, hoy día uno de los mejores porteros del mundo, a Isla, por proyección, considerados uno de los mejores carrileros del fútbol europeo, Asamoah, adaptado a la banda izquierda en la Juventus y probablemente siendo el más destacado del torneo en esa posición hasta el momento, Gökhan Inler, uno de los mejores centrocampistas de la Serie A, hoy en el Napoli, o Alexis Sánchez, que no necesita presentación después de su fichaje por el FC Barcelona. El año pasado Guidolin consiguió estirar el rendimiento de la plantilla, adaptando, por ejemplo, a Isla a la posición de interior, y siempre gracias al incombustible Di Natale. Hoy resulta más complicado. De los recambios, el único que rinde con regularidad es Brkic (y no es tan bueno como Handanovic), y la desesperación de Di Natale por lo poco que le ofrece el equipo es evidente. Se dice en Italia que Udinese tiene tantas vidas como un gato, pero veremos hasta qué nivel es capaz de rendir el equipo este año. Desde luego, parece que el sueño reciente de UEFA Champions League se esfumó con aquella panenka de Maicosuel. El momento en el que se empezó a tambalear el imperio Pozzo.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Girondins de Bordeaux: Francis Gillot y el trabajo bien hecho

Burdeos y el fútbol meciendo un blasón en el que se puede leer: "década de los 80". Ficticia imagen que resumiría la época dorada de su club de fútbol, el Girondins, que por entonces ganó varias ligas con un equipo de ensueño y quedó muy cerca de la gloria, o al menos de optar a ella, cuando la Juventus de Turín lo eliminó de la Copa de Europa en semifinales. Era el 24 de abril de 1985 y en la ida, los Tardelli, Platini, Boniek o Rossi habían obtenido una amplia ventaja, gracias al 3-0 logrado en el Stadio Comunale. Ventaja que no fue suficiente para evitar que el Parc Lescure (nombre del estadio hasta que en 2001 cambió a Chaban-Delmas en honor al fallecimiento del alcalde de Burdeos durante más de 50 años), presentase un lleno histórico. Los 40.211 espectadores que presenciaron el partido son un récord que aún no se ha superado, y se quedaron a un gol de ver como su equipo le empataba la eliminatoria al gigante italiano. El alemán Dieter Müller abrió la cuenta a los 25 minutos, después de un fabuloso robo de Tigana y pared con Giresse, y a falta de 10 minutos para el final Battiston marcó el gol del que sería definitivo 2-0. El sueño de jugar la final de la Copa de Europa quedó cerca, y las tres ligas que ganó aquella generación fueron un éxito rotundo para las vitrinas del club. Desde entonces ha acumulado algunos éxitos (subcampeón de la UEFA en el 96), y campeones de liga en el 99 y 2009. La liga de 2009, con Yoann Gourcuff como líder en el césped y Laurant Blanc en la dirección, es la última gran alegría y referencia de éxito de "Les marine et blanc".

Pero Gourcuff fichó por el Olympique de Lyon, y Blanc, tras su buen hacer, fue reclamado para dirigir a la selección nacional. En este panorama, Francis Gillot fue el elegido para tratar de reconducir el camino de un equipo que, no hace mucho, había sido campeón de Ligue 1. Los comienzos del Girondins la temporada pasada no fueron buenos. Incluso, anduvo bastantes jornadas coqueteando con el descenso, hasta que tras tres meses de trabajo el equipo comenzó a asimilar conceptos y a lograr buenos resultados, hasta el punto de acabar la temporada en un espectacular pico de forma que significó, a última hora, plaza para la UEFA Europa League. Jean-Louis Triaud, presidente del equipo, sabía lo que fichaba, y es que el Sochaux 2010/2011 de Gillot fue, probablemente, el equipo que durante algunos tramos del año mejor fútbol practicó en toda la Ligue 1. 

Aquel Sochaux era un equipo que se asociaba con fluidez, con Marvin Martin como principal referente. A pesar de que la formación era un 4-4-2 en rombo ancho, la naturaleza de Martin hacía que su radio de acción fuese muy amplio, por lo que además de tener peso en 3/4 tenía mucha interacción con la base de la jugada. Boudebouz podía ser profundo, pero ocupaba zonas interiores con mucha facilidad y en ese sentido Martin encontraba un gran socio, mientras que Maurice-Belay sí era el extremo que daba más amplitud en el lado contrario. La pareja de puntas, muy complementaria. Ideye Brown era más referencia, mientras que Maïga rajaba sobre los costados para aprovechar su buena técnica y darle tiempo a los que llegaban. Un equipo ofensivo y equilibrado, con futbolistas técnicos y profundos.

La intención inicial de Gillot fue acoplar algo parecido en el Girondins, pero no le funcionó. N'Guemo llegó del Nancy para ocupar la posición de mediocentro (futbolista de plenas garantías), y el hombre elegido de inicio para la labor Marvin Martin era Plasil, que ya llevaba una temporada en el club, llegado de Osasuna. Para el sector izquierdo fichó directamente a Maurice-Belay, que ya había trabajado con él en el Sochaux, mientras que para la derecha (rotando con Gouffran), empezó a utilizar a un futbolista de fantástico nivel técnico como Ben Kallfalah. Sin embargo, otras posiciones estaban más flojas (en el lateral derecho comenzó a jugar Sané, sitio que no le va bien por sus condiciones), mientras que la opinión general coincidía en que al equipo le faltaba definición (mal arranque de Gouffran cuando jugaba de punta e irregularidad de Diabaté y Modeste). Además, el buen nivel de juego de sus dos puntas en Sochaux estaba por encima de lo que mostraron los delanteros en Burdeos, y este era un factor fundamental del buen fútbol mostrado por el equipo de la Peugeot. Bastante irregularidad zona baja de la tabla, hasta que el Girondins encadenó algún buen resultado a final de año. El mercado de enero y las llegadas de Mariano (procedente de Fluminense) y de Obraniak (del Lille) fueron los factores definitivos para que el equipo se equilibrase (varió el esquema y empezó a jugar con 3 centrales) y completase una segunda vuelta fantástica. A día de hoy, el Girondins de Gillot ocupa la segunda plaza y lo más destacable es la riqueza de los planteamientos, en los que el técnico ha mezclado cosas de ese final de temporada pasada, con ideas de aquel Sochaux, y nuevos registros.

1. 3-3-2-2

Este fue el esquema que utilizó Gillot a partir de enero del año pasado, y con el que el equipo empezó a hacerse sólido y a conseguir resultados. De esta forma consiguió darle a Sané un rol más natural para él (la llegada del lateral brasileño Mariano procedente de Fluminense fue clave para conseguirlo). Además, ninguno de los centrales podían ser considerados con conceptos de primer nivel, así que una mejor ocupación de los espacios en la fase defensiva significaba solucionar ese problema. Obraniak también fue un fichaje muy importante porque le daba aire y opción de progresar a un equipo que defendía con mucha gente en campo propio. Este año no ha sido la base en todos los partidos, pero por ejemplo, en la victoria del Girondins en Gerland del 30/09 fue el elegido. 

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El equipo con este esquema se ha mostrado bastante sólido en varios tramos de la fase defensiva. En campo rival, poco permisivo con el inicio de jugada del contrario. El cuadrado que forman los dos puntas + los dos interiores adelantados en campo contrario, permite eliminar opciones de recepción en la base, y además permite atacar las recepciones laterales con una basculación cercana y con la ayuda de los carrileros, que se encuentran un escalón por delante al haber tres centrales. En defensa posicional, con el equipo replegado, el asunto es simplemente numérico. Forman una línea de cinco bastante bien acompasada que se hace difícil de superar, permite anticipaciones de los centrales con la espalda cubierta y llegar a las ayudas laterales. Lo que supone defender con una línea de cinco.


Pero para que esos mecanismos defensivos funcionen hay dos focos de interés importantes que hacen respirar al equipo. El primero, la pareja de carrileros (Mariano - Tremoulinas). Al haber tres centrales, su espalda queda protegida con un movimiento lateral cercano de los centrales externos, así que existe equilibrio posicional. La aportación de ambos en campo rival es vital, porque son rápidos, capaces de guardarla en posiciones avanzadas y con muy bien pie para centrar. Con este esquema, son los absolutos protagonistas de los carriles exteriores y sin su aportación probablemente el esquema sería insostenible porque sería muy difícil sacar al equipo de campo propio. El segundo detalle también es nominal. Plasil y Obraniak y su producción en tres cuartos de campo. En un esquema que les libera por completo, son los recepctores de la jugada posterior al cambio de orientación y por lo tanto los principales beneficiados de la amplitud del equipo. Su naturaleza les hace ser productivos. Técnicos, de buen manejo y capacidad para pasar, son los que terminan de darle aire y continuidad al equipo en campo rival. Este 3-3-2-2 es una alternativa diferente y bastante equilibrada que tiene el equipo.

2. 4-4-2 en rombo

No es ningún secreto que es el esquema predilecto de Francis Gillot. Trató de implantarlo nada más llegar y, como se ha comentado, no funcionó, y ahora que el equipo ha asimilado mejor sus conceptos y ha trabajado con el grupo más tiempo, ha vuelto a intentarlo durante la temporada. Como opinión personal, creo que el equipo no termina de dominar los partidos posicionalmente con la misma seguridad que con el 3-3-2-2, pero también es cierto que hay ciertos momentos en las fases de ataque en las que los futbolistas tienen opciones menos rígidas y el equipo se vuelve más fluido y dinámico. Mariano y Tremoulinas no están tan protegidos y por ahí hay más riesgo. Digamos, por resumir, que el equipo ataca más vistoso pero se equilibra de una manera menos eficaz.

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Este esquema lo hemos visto varias veces, contra el Marsella este fin de semana, o contra el Bastia hace algunas jornadas, y merece destacar algunos detalles de su fase defensiva. En primer lugar, la basculación de ese rombo es muy buena, da la sensación de estar bien trabajada. El rival puede llegar a uno u otro lado y el medio campo sabe guardar bien las distancias y apretar bien la zona exigida. Sin embargo, hay diferencias importantes si el mediocentro es N'Guemo o Sané. Probablemente N'Guemo sea el mejor para el 3-3-2-2, aunque a mi me deja ciertas dudas en el 4-4-2 en rombo. No hay duda de que es más fluido y tiene mejor trato de balón que Sané, pero la amplitud de Sané para ofrecer coberturas, ganar juego aéreo y sobre todo, capacidad de robo, es superior. Con el equipo más desprotegido parece que Sané es mejor "apagafuegos", algo que quizá sea más necesario con este sistema.

En el plano ofensivo, las alternativas son bastantes. Plasil suele hacer de interior en derecha, y en el otro perfil, Saivet o Maurice-Belay ofrecen una solución exterior mucho más profunda. Además, si Jussie es el que acompaña a un punta, existe un delantero como él que tira más el apoyo, mientras que Gouffran busca la ruptura. Esto hace que Plasil ofrezca recepciones cercanas al poseedor en el perfil derecho, u Obraniak en izquierda, ya que Saivet o Maurice-Belay son profundos en ese sector, y Jussie aprovecha espacio en el carril central. Quizá el principal problema es que Mariano y Tremoulinas sean menos vistosos en ataque, porque, por lógica, están más atados al no tener un central a su espalda que les equilibre constantemente sin desproteger zonas interiores. 

3. 4-2-3-1

Gillot había tirado de él en ocasiones en el Sochaux cuando jugó con un solo punta y quiso liberar a Marvin Martin, dándole más peso en 3/4 de campo. Sin embargo, no solía ser habitual en sus planteamientos. Por los futbolistas que tiene ahora, a mi, particularmente, me gusta bastante. N'Guemo es un gran mediocentro y de este modo tiene menos que abarcar, y le das a Plasil más peso en la base. Además, los extremos son equilibrados (en la izquierda, o Saivet si juega en la derecha), son más profundos, mientras que el carril que administra Obraniak ofrece más apoyos, mientras que Jussie está obligado a hacer menos rupturas y por lo tanto está más presente en la circulación. Además, los laterales tienen peso porque la cobertura del mediocentro no significa un problema de espacio al frente de los centrales.

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En la captura de la izquierd (segunda parte frente al Marsella) se puede observar una variante que se hace más complicada con el rombo, y es la del juego directo. Con dos hombres detrás de la pelota el equipo puede abarcar más en caso de no ganar esa pelota, y en caso de ganarla, los dos extremos y el punta ofrecen soluciones para ganar la segunda jugada. Los centrales del Girondins no son precisamente lo mejor del equipo, y es una alternativa que en ocasiones se necesita para llevar el balón a campo contrario. Además, la recepción de los extremos (Saivet u Obraniak), es técnicamente precisa, así que pueden aguantar y esperar llegada de laterales o simplemente dar continuidad en campo rival. En la captura de la derecha observamos a Plasil con opción de ofrecer recepción en la base. Es cierto que en esa imagen no hay abierta línea de pase y por lo tanto la pelota acaba en uno de los costados, pero la idea es que Plasil ya no está escorado en el carril interior diestro, si no que es el hombre más cercano a los centrales, por lo que da una alternativa de salida limpia. Quiero decir con esto que el rombo permite una estructura de salida más limpia, pero esta variante acerca a Plasil a la base (futbolista más técnico que cualquiera de los mediocentros), por lo que Gillot lo equilibra en cierto modo. 

Es complicado rescatar una propuesta concreta, porque el equipo, hasta el momento, ha dado muestras de saber competir bien con cualquiera de ellas. Con los tres centrales de una manera menos vistosa pero más sólida, con el rombo ofreciendo muchas alternativas al poseedor y consiguiendo establecer, posicionalmente, una salida más limpia, y con el 4-2-3-1 añadiendo el registro de juego directo y permitiendo un vuelo a los laterales en la defensa de cuatro que con el rombo es más difícil de ver. La buena noticia para el Girondins es que, por lo general, Gillot está eligiendo bien, y el equipo, a estas alturas, es una de las revelaciones en la Ligue 1 gracias a ese segundo puesto tras 13 jornadas. Francis Gillot es, sin duda, uno de los entrenadores a seguir en el campeonato galo.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Marquinhos, la última sorpresa de Zeman

Su primera gran decepción llegó con tan sólo 17 años, en Guadalajara, México. Él no había nacido, pero aquella ciudad había visto jugar, muchos años antes, a una de las mejores generaciones brasileñas de todos los tiempos. Brasil disputó todos sus partidos (excepto la final) del Mundial del 70, en el Estadio Jalisco, así que para un combinado canarinho, y a pesar de la derrota en los penaltis contra la Francia de Platini en el mismo escenario 16 años más tarde, Guadalajara tenía algo especial. Quizá no poder pisar el mismo césped que los Pelé, Clodoaldo, Jairzinho o Rivelino, era una injusticia poética para Marcos Aoás Corrêa (Marquinhos) y sus compañeros, que saltaban al terreno del nuevo y flamante estadio Omnilife el 7 de julio de 2011. Marquinhos estaba ante su primera gran cita (con el permiso del hexagonal final en el Sudamericano U17 del que había salido vencedor meses antes), con la cinta de capitán, dispuesto a jugar la semifinal del Mundial U17 en un clásico sudamericano frente a Uruguay. Brasil, como suele ser habitual, tenía ese aroma de favoritismo, así que Marquinhos no pudo hacer más que llevarse las manos a la cabeza cuando observó como su meta, Charles, arrollaba sin compasión al  habilidoso punta charrúa Rodrigo Aguirre en el interior del área. Uruguay se ponía por delante y desde entonces Brasil puso más corazón que cabeza. El 2-0 y 3-0 del combinado uruguayo fue un duro golpe. La canarinha se quedaba a las puertas de la final. Pero, como se suele decir, un clavo quita otro clavo y desde entonces, en su carrera solo ha habido buenas noticias.

En enero de 2012 se proclamó campeón de la prestigiosa Copa São Paulo de Futebol Júnior (la famosa Copinha), después de que Cortinthians le ganase por 2-1 a Fluminense (gran favorito del torneo y probablemente el equipo que mejor fútbol desplegó), remontando un resultado adverso en los minutos finales. Para Tite, técnico del primer equipo, Marquinhos ya era uno de los futbolistas a tener en cuenta en las categorías inferiores, aunque su actuación en la Copinha, donde fue uno de los destacados, acercó su nombre al público internacional. Y digo que Tite ya le tenía en cuenta porque unos meses antes, en septiembre de 2011, ya le dio la oportunidad de tener una experiencia con el primer equipo en un amistoso que el Timão jugó en Osasco, Saõ Paulo, frente al Grêmio Osasco, con motivo de la inauguración de su nuevo estadio de césped artificial. Al término del encuentro Tite dejó clara su satisfacción con el futbolista, diciendo que había jugado con naturalidad, que le veía maduro y que lo que más le gustó fue que había trabajado sin hacer ruido hasta recibir su llamada. Probablemente al futbolista le ayudó el hecho de haber entrado en el club con tan solo 8 años, haber crecido conociéndolo desde dentro, y también, como él mismo dice,  su entorno, que le hace pensar sólo en fútbol. Alvaro Aoás, su tío, y Luan Aoás, su hermano, son quienes se encargan de representarle, 'familia de futboleros', y sirva como ejemplo que Luan tiene 22 años y pasó por las categorías inferiores de São Paulo y Corinthians. 

Su nombre empezaba a sonar en la primera plantilla, y de manera casi irónica, se coló en los reportajes curiosos cuando Tite decidió inscribirlo en la lista de la Copa Libertadores 2012. Ya no fue el hecho (algo habitual), de que un chico de 17 años entrase en la lista de un equipo brasileño para poder disputar la competición de clubes más importante del continente, si no que entró sustituyendo a Adriano Leite. El hecho de sustituir a Adriano supuso que Marquinhos quedase inscrito con el dorsal número 10 (un número, por cuestiones obvias, histórico en el fútbol brasileño, y Corinthians no era una excepción). Marquinhos no disputó un solo minuto del torneo, pero en términos legales, con 18 años era campeón de la Copa Libertadores siendo el 10 del Timão. Una situación curiosa que se acerca bastante a ese recurrente dicho de 'nacer con estrella'. De hecho, al estar Corinthians disputando la Libertadores, (nunca había sido campeón y si ya de por sí, cualquier club centra sus esfuerzos en ella, en este caso, si cabe, con un plus de ilusión), Tite decidió rotar durante las primeras jornadas del campeonato Brasileño, por lo que Marquinhos tuvo la oportunidad de empezar a medirse en el primer nivel. Una carrera meteórica que acabó con el futbolista el pasado verano en el fútbol europeo, nada menos que en club importante del Calcio como es la AS Roma, que arrancaba un nuevo e ilusionante proyecto de la mano de uno de los entrenadores más míticos dentro del fútbol italiano: Zdenek Zeman.



La imagen superior es el comunicado oficial que la Roma colgó en su página web cuando el pasado 21 de agosto se hizo oficial la llegada de Marquinhos a la capital. Se trata de una cesión hasta el 30 de junio de 2013, pero con una cláusula que a día de hoy está cerca de parecer una ganga para el club romano. Si Marquinhos disputa al menos 8 partidos oficiales, habiendo jugado en cada uno de ellos al menos 45 minutos (le queda tan sólo uno), la Roma podrá conseguir de manera definitiva los derechos del futbolista por la suma de 3 millones de euros. En las primeras jornadas resultaba complicado creer que Marquinhos acabase haciéndose un hueco en el once titular (Burdisso y Leandro Castán parecía la pareja elegida). Sin embargo, hay un punto de inflexión que cambiaría su situación en la sexta jornada. La Roma estaba siendo humillada en Turín, la Juve ganaba 3-0 a los 19 minutos de partido y la afición, encendida por el conocido odio bianconeri a Zeman, encendía aún más al equipo. No era el mejor momento para debutar, desde luego. Sin embargo, viendo la sangría, el técnico checo echó a Marquinhos a los leones, y el chico cumplió. El partido acabó 4-1, y la Roma, a pesar de perder el partido de forma humillante, había ganado un defensa titular. Porque Zeman no se corta, y desde entonces, Marquinhos es indiscutible en la zaga romana. Incluso en Italia decidieron llamarle Marcos para evitar confusiones con su compañero Marquinho. Marcos suena más maduro, tanto que seguro que hasta él mismo le sorprende, como le sorprenderá recordar que hace unos meses decía que su sueño era jugar en el Timão con Leandro Castán, y en los últimos dos partidos haya mirado al banquillo para confirmar que es su suplente. 

El primer derby della capitale de Marquinhos (Foto: www.asroma.it)

Por si acaso, hay que echar el freno en los elogios, porque sabemos de los momentos de forma y lo traicioneros que son, pero es complicado no ilusionarse viendo a Marquinhos en una Roma cuyo sistema defensivo es quizá, el más expuesto de toda la Serie A. Como para Zeman lo más importante es mirar hacia delante, no está mal empezar a hablar del futbolista en base a sus cualidades en el inicio de jugada. Ahí la Roma tiene un buen activo, quizá, aún, no es el más capaz para filtrar pases, pero lo suple con una buena técnica de conducción e intuición para hacerlo hacia zonas libres. En estos últimos partidos, es el central protagonista en la fase de inicio. Pero, evidentemente, lo más destacable son sus conceptos defensivos. Aún por formarse físicamente, es digno de mención que a pesar de ello no sufra en los choques, aunque su mayor virtud es la lectura. Es fantástico ver como va midiendo la posición en los centros laterales, alejándose lo justo para abrir ángulo y atacar el balón en el momento preciso. Es intuitivo, en cualquier caso, en otras situaciones, y sabe entender perfectamente donde quedó el lado débil para protegerlo. En cuanto a técnica, sus recursos son muy buenos. Es ágil de piernas para robar, y esa misma agilidad le sirve para tener buena técnica en el despeje. Por ponerle defectos, alguna situación de campo abierto en la que se ha visto superado, aunque es complicado encontrar defensas en sistema Zeman a los que no les haya ocurrido con frecuencia. Sin duda, su éxito depende de la continuidad, tanto por su parte como por la del entrenador, pero resulta complicado creer que si ambas siguen una línea positiva, Marquinhos no acabe siendo uno de los defensas más importantes del fútbol europeo en los próximos lustros.