lunes, 17 de febrero de 2014

El presente del AC Milan

Noche de Champions en San Siro. Noche de tregua.

1. Contexto extrafutbolístico

No es necesario explicar el pasado de este equipo, aunque con el momento que está viviendo la entidad, quizá sí lo es recordar que el Milan ha ganado 7 veces la Copa de Europa. No es un detalle menor de cara a contextualizar la eliminatoria frente al Atlético de Madrid, porque, más allá de que esto no es ninguna garantía de éxito, el camino seguido una y otra vez para haber engordado sus vitrinas de tan majestuosa forma, ha cimentado un perfil histórico de club único y capaz de conseguir cualquier cosa. Es decir, y dicho de forma más sencilla: mañana todo rossonero irá a San Siro convencido de que su equipo puede ganar, aunque esto tenga una base, futbolísticamente hablando, poco estable.

Dicho esto, hay que contextualizar la situación del Milan con su realidad actual, que está bastante alejada de los días de gloria que ha vivido la entidad. El punto a situar como precedente es el verano de 2012, cuando el club vendió a sus dos mejores futbolistas, siendo cada uno, probablemente, uno de los cinco mejores jugadores del mundo en sus respectivas posiciones: Thiago Silva e Ibrahimovic. La llegada del fair play financiero y el anuncio de que Silvio Berlusconi iba a dejar de equilibrar las cuentas milanistas con los 50 millones de euros anuales que solía poner de su bolsillo, supusieron una carrera para asegurar el futuro de la entidad, y las medidas a tomar resultaron muy dolorosas para el aficionado, que veía como las principales estrellas hacían la maleta, y en su sustitución llegaban jugadores de perfil medio.

Ese mismo verano de 2012 quedó clara la insatisfacción de la hinchada milanista, cuando en el partido inaugural de la Serie A, un Milan - Sampdoria, una pancarta se desplegó en la curva sud: "31 de agosto, esperamos impacientes". La fecha de fin de mercado era señalada a fuego por el tifoso milanista, que una vez cerrado siguió igual de preocupado, hasta que en invierno llegó Mario Balotelli para aupar al equipo a la tercera plaza que daba acceso a la próxima edición de la Liga de Campeones, y calmaba momentáneamente los ánimos. Y fue momentáneo, porque en el verano del año siguiente se volverían a ver en San Siro pancartas similares. 


Pancartas desplegadas durante el Milan 0-2 Fiorentina el 2 de noviembre
En agosto de 2013, y aún sin haberse consumado el fichaje de Alessandro Matri, la curva protestó por la política de fichajes: "Una defensa y un centro del campo para reforzar, no hay nada más en lo que pensar". Las peticiones no fueron escuchadas, y el club invirtió unos 12 millones de euros en el fichaje del punta lombardo. El regreso del ex-canterano milanista no fue bien visto por la hinchada, que consideraba otras las prioridades, y en el Milan - Fiorentina de noviembre (con victoria 0-2 para los toscanos), se volvió a ver aquella pancarta, más otra, que recordaba que no escuchar al aficionado traía estos resultados. 

La escisión entre grada y directiva lleva siendo un hecho patente desde hace aproximadamente dos años, aunque hay que resaltar que lo más grave, es que esa escisión existe en la propia directiva desde esta temporada. Mientras que Massimiliano Allegri no era el foco de debate principal para los aficionados, que en líneas generales han considerado su labor correcta dadas las circunstancias, su figura sí resultó en este curso el principal punto de desacuerdo entre Adriano Galliani y Barbara Berlusconi. Teóricamente Galliani (favorable a la continuidad de Allegri), es el máximo responsable de las últimas decisiones deportivas, mientras que Barbara (favorable a su despido) lo es en términos de marketing y publicidad. Finalmente, el asunto terminó con Allegri en la calle, y con Galliani anunciando que deja de ejercer su cargo de cara a la próxima temporada. En resumen, la cúpula milanista vive días de incertidumbre y dirección confusa. El club que revolucionó el fútbol a finales de los 80 y principios de los 90 vive, en términos de estructura, una grave crisis en este momento.


2. Contexto futbolístico

La temporada se mantenía en niveles catastróficos, y la derrota en campo del Sassuolo el 12 de enero significó la puntilla para Allegri, que fue despedido al día siguiente. El club era entonces undécimo, estaba a 30 puntos de la Juventus -líder de la competición-, y a 20 de la tercera plaza que da derecho a participar en el play off de la Liga de Campeones. Con Allegri en la calle, el club optó por Clarence Seedorf, que aún seguía en activo en el Botafogo, y le dio los mandos del club sin haber tenido experiencia previa en el mundo de los banquillos. Desde entonces, y sin contar el Milan-Spezia de octavos de Coppa, dirigido por Tassotti, el Milan ha jugado 6 partidos, en los que ha cosechado 3 victorias, 1 empate y 2 derrotas.


Onces de Seedorf en el Milan, click para agrandar
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La idea de Seedorf, desde un primer momento, ha sido la de llevar a cabo una propuesta con un alto índice de posesión y mucha movilidad en campo contrario, aunque poco a poco, el de Surinam ha ido introduciendo novedades. En el primer choque, frente al Hellas Verona, se vio un evidente cambio de propuesta con respecto al Milan de Allegri. La principal modificación fue variar el habitual 1+2 en medio campo por un doble pivote, utilizando por delante de ellos cuatro hombres que ocupaban todo el frente del ataque bastante desatados, mientras que los carriles exteriores eran para dos laterales de largo recorrido. Ese primer cuarteto lo formaron Honda (no podrá jugar contra el Atleti), Kaka, Robinho y Balotelli. El resultado fue una primera media hora de gran impacto visual, de fútbol alegre y novedoso, aunque en ningún momento la transición defensiva fue fiable, ni tampoco la manera de organizarse en campo rival una vez perdida la pelota. 

A raíz de ahí el equipo ha ido ajustando algunas cosas. En primer lugar, esa movilidad tan agresiva de los hombres de la mediapunta se ha ido reduciendo, tratando estos de ocupar de manera relativamente más fija sus respectivas bandas, para ofrecer un retorno más organizado. El partido que ofrece un mejor ejemplo al respecto fue el Napoli - Milan, donde Seedorf metió a Abate de centrocampista (habitual lateral), y él y Taarabt hicieron un trabajo más fijo en sus respectivas bandas. Además, ese día, jugaron en el doble pivote De Jong y Essien, la pareja menos creativa de todas las que ha venido utilizando Seedorf hasta el momento. Esta alineación más conservadora no tuvo, sin embargo, un efecto claro con respecto a la intención de vivir replegado, y el doble pivote salía con bastante alegría a robar, dejando espacio a su espalda y exponiendo bastante a los centrales, ofreciéndole un partido relativamente cómodo al Napoli. 

En definitiva y por comparar con el Milan de Allegri, el equipo de Seedorf no ha mostrado aún una cara sólida y pragmática, como la vista en el equipo rossonero, por poner un ejemplo cercano, frente al Barcelona en el partido de octavos del curso pasado.


2.1 Posible once ante el Atlético de Madrid y valoraciones


Seedorf llega al choque frente al Atlético de Madrid con bajas muy importantes. La principal, la de Montolivo, el futbolista de mayor regularidad en el Milan en el último año y medio. El capitán está sancionado, y a esa zona se une la ausencia por el mismo motivo de Muntari. En defensa, Zapata es duda, que teóricamente debería disputar se un puesto con Mexes. En la retaguardia la cuestión sería, entonces, la pareja de Rami, mientras que el lateral derecho debería ser para De Sciglio (que ha sido siempre titular con Seedorf), estando en el izquierdo la duda de Emanuelson, que llega con problemas físicos, o Constant, aunque también podría entrar Abate en derecha y De Sciglio en izquierda. Sin embargo, el precedente de Nápoles unido a las bajas del equipo en la zona de mediapuntas (todo hace indicar que Robinho no llegará, El Shaarawy sigue lesionado y Honda no pudo ser inscrito), llevan a la conclusión de que Abate podría actuar de volante derecho. El doble pivote, dadas las bajas, también parece claro: Essien-De Jong. Así, quedan tres puestos a repartir entre Kaka, Taarabt, Balotelli y Pazzini, y lo lógico es creer que este último será la bala que Seedorf guarde en la recámara para el segundo tiempo.

Este once, a priori, parece preparado para asumir un repliegue constante, estando organizado y tratando de salir al galope con la zancada de Kaka y Taarabt. Por supuesto, la naturaleza de los hombres ofensivos milanistas no son los de un equipo diseñado para dañar en transiciones rápidas, pero sí tienen el suficiente punto de talento y conducción para guardar la pelota y hacer daño en una propuesta como esa. La duda está en que, de momento, con Seedorf, no hemos visto a un Milan agazapado. Esto lleva a pensar que existe la posibilidad de que, como ante el Napoli, De Jong y Essien sean utilizados para intentar recuperar la pelota a mucha altura, lo que ofrecería un panorama a priori propicio para el Atlético, que podría lanzar a Diego Costa con mucho espacio para correr. 

Otra buena noticia para el Atlético -a pesar de que con Diego haya resuelto muchos de sus problemas en el ataque posicional-, es que el Milan de Seedorf aún no ha demostrado ser pegajoso en campo propio, con lo que fases de posesión atlética podrían ser resueltas con solvencia por jugadores de tan buen pie como el propio Diego, Arda Turan o Koke, que gozarían de bastante espacio dada la, aún, inconsistencia del conjunto milanista. 


2.2 Momento de forma de los hombres clave

Kaka: Venía siendo el mejor milanista en lo que llevamos de temporada, pero algunos problemas físicos en las últimas semanas (contando con que se torció el tobillo en el último partido frente al Bologna y se marchó sustituido), le han hecho bajar el nivel. Por otro lado, es el futbolista de más talento del equipo y por lo tanto el más capaz de tener peso de manera más constante.

Balotelli: Bastante por debajo, en líneas generales, del nivel mostrado en la segunda mitad de la temporada pasada. Aún reciente su imagen llorando en el banquillo de San Paolo, puede llegar, sin embargo, con un plus de ánimo gracias a la acción que le dio la victoria a su equipo en el partido frente al Bologna: hizo uno de los mejores goles de la temporada en Italia. Ese gol es un ejemplo de que su golpeo gana partidos, su principal arma ahora mismo.

Rami: Su llegada al Milan ha sido un soplo de aire fresco para una defensa que acumulaba fallos y críticas. Con condiciones naturales muy buenas para rendir en la propuesta de Seedorf, está en un buen momento físico y llega a pelotas complicadas, cumpliendo bien con su tarea de apagafuegos. La grada está aprobando sus actuaciones y, a día de hoy, es el principal recurso defensivo del equipo.

De Jong: Ausencia clave el año pasado por una larga lesión, el esquema de Seedorf no termina de hacerle lucir. Con Allegri, pivote más posicional, ofrecía una salida sin demasiado color pero eficaz, porque su índice de pérdidas es bajo, y sobre todo, equilibraba defensivamente al equipo. El nuevo esquema le pide más agilidad con el balón, y ahí está sufriendo. Sin embargo, activo competitivo para un partido como este.

Taarabt: Tachado, con razón, de irregular, ha sido lo mejor del Milan en ataque, tanto en Nápoles, como en el último partido frente al Bologna. Está en esa fase de querer agradar al ser un recién llegado, y Seedorf le ha puesto desde el principio, así que ese estado de ánimo para un futbolista de su hipnótica capacidad técnica es una bendición. Puede ser el tapado, dado su carácter despreocupado, en una noche de gran presión.

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