lunes, 31 de marzo de 2014

Lunes de resaca

El Liverpool sueña con ganar la Premier League (Foto: Daily Telegraph)

1. Inglaterra


Hay nuevo líder en Inglaterra, y más que el cambio en la cabeza, la noticia es que quien lo ocupa no estaba en las apuestas de nadie a principio de curso. La octava victoria consecutiva del Liverpool (esta última, tras un contundente 4-0 frente al Tottenham), sitúa a los de Rodgers con claras opciones de volver a salir campeones 24 años después. Los reds, por dinamismo, verticalidad, y calidad ofensiva son, ahora mismo, uno de los equipos más atractivos del planeta.

El otro gran partido del fin de semana en la Premier fue el empate a 1 que se produjo en el Emirates entre Arsenal y Manchester City. El equipo de Pellegrini, comandado por un gran David Silva, hizo una excepcional primera parte. Sin embargo, los locales no perdieron la cara al choque en el segundo acto, y a base de empuje y pundonor -no extraña que fuera Flamini el que hiciera el 1-1-, equilibraron el marcador, e incluso pelearon por sumar 3 puntos que les hubiesen metido de lleno en la pelea por el título. 

El hasta el momento líder, el Chelsea, se dejó tres puntos que, para Jose Mourinho, fueron decisivos, puesto que el técnico portugués aparta a su equipo de la pelea por el campeonato. El Crystal Palace de Tony Pulis venció por 1-0 en un choque con desarrollo esperado: muchos choques, juego directo, pocos espacios y balones divididos. Los cracks blues (Hazard u Oscar) no abrieron vías claras hacía la puerta de Speroni -el de Setúbal se quejó de que hay ciertos jugadores que no tienen regularidad- y el Chelsea acabó cediendo su segunda derrota consecutiva en liga fuera de Stamford Bridge. 

Por debajo, el Everton de Roberto Martínez mantiene vivas sus esperanzas de Liga de Campeones, y salvó su partido en Craven Cottage en el tramo final, después de que Dejagah lo equilibrase en el minuto 71 con un golazo. La dirección de campo de Martínez (Mirallas-Naismith, autores del segundo y tercer gol, fueron suplentes), fue decisiva para dejar el 1-3 final en el marcador. El Manchester United le ganó 4-1 al Aston Villa, con algunas noticias positivas. La primera, que la delantera Mata-Rooney se entiende a las mil maravillas, y la segunda, que Shinji Kagawa puede, qué duda cabe, sumar mucho en este equipo.



2. Italia

El gran partido del fin de semana en Italia fue el que el domingo por la noche disputaron en el San Paolo Napoli y Juventus, con victoria por 2-0 para los locales. La Juventus, como ante Torino y Roma, volvió a situar su bloque a baja altura para negar espacio a los puntas rivales (Higuaín-Callejón), pero la ausencia de Tévez y un flojo Vidal supusieron pocos despliegues de los bianconeri. El Napoli sometió a la Juventus de manera constante, y los goles de José Callejón -lleva 17 este año- y Dries Mertens, dejaron el 2-0 final que deja un pequeño hilo de emoción en el campeonato.

Porque la Roma ganó en su visita al Sassuolo (0-2) y recorta la diferencia con los líderes en 11 puntos, teniendo el miércoles que recuperar su partido atrasado con el Parma, Los de Rudi Garcia no tuvieron, ni mucho menos, uno de sus mejores días -dio la sensación de que el equipo guardaba energías-, y se aprovecharon de los fallos en la salida de pelota neroverdi para marcar los dos tantos. Destro (10º gol en 16 partidos) y Bastos, que se estrenó con la giallorossa, fueron los autores.

Por debajo, la Fiorentina, ya pensando en la final de Coppa, no pudo pasar del empate a 0 en Marassi frente a la Sampdoria en un espesísimo partido, mientras que el Parma acabó perdiendo en el minuto 93 en el Olimpico frente a la Lazio. Esa derrota hizo que el Milan se sitúe a 5 puntos de los puestos de Europa League, gracias a su victoria (3-0) ante el Chievo, en un buen día de Balotelli y Kaka. El Inter tiene su partido hoy lunes frente al Livorno.



3. Alemania

El Bayern, ya campeón, no pudo pasar en casa del empate (3-3) frente al Hoffenheim, en un duelo en el que Pep introdujo algunos cambios de cara al partido que entre semana les enfrentará al Manchester United en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Sin duda la gran noticia en lo negativo fue la lesión de Thiego Alcántara, que podría estar apartado de los terrenos de juego alrededor de dos meses. Pérdida importantísima para el técnico catalán. 

El Borussia Dortmund ganó 2-3 al Stuttgart, en un partido que se torció mucho en los primeros veinte minutos, donde los locales llegaron a ponerse 2-0 arriba. Las bajas siguen pesando, y las titularidades de los jóvenes Durm o Kirch provocan ciertos desequilibrios en algunas fases. Sin embargo, hay una noticia muy positiva para Klopp: Marco Reus. Su hat trick supuso la victoria final, pero sobre todo abre una puerta a la esperanza para el equipo alemán de cara al enfrentamiento en el Santiago Bernabéu del próximo miércoles.

Por su parte, el Schalke 04 parece haber olvidado los varapalos de Munich y Madrid, y suma 7 puntos de los últimos 9 (habiendo empatado a domicilio el derby frente al Dortmund entre semana). 2-0 le venció el equipo de Keller al combativo Hertha, con goles de Obasi y Huntelaar, tanto con el que el punta holandés alcanza 11 goles en los 13 partidos de Bundesliga que ha  disputado en la temporada. 

Y se abre por la cuarta plaza una preciosa pelea. El Bayer Leverkusen mantiene su caótica marcha, y no pudo pasar del empate a 1, como local, frente al colista Eintracht Braunschweig. Los de Hyppia recuperaron sensaciones entre semana, al vencer 1-3 en campo del Augbsurg, pero este nuevo pinchazo afila los colmillos de sus perseguidores: el Wolfsburg le ganó 2-1 al Eintracht Frankfurt, mientras que el Borussia Mönchengladbach venció por 3-1 al Hamburger. 



4. Francia

En la Ligue 1, el PSG simplemente espera el alirón. Está 13 puntos por encima del segundo clasificado, después de vencer en el partido del viernes, 0-1 en campo del Nice. Blanc introdujo algunas variacones (Cabaye-Pastore como pareja de interiores, Jallet-Digne en los laterales), pero los tres puntas (Cavani-Ibrahimovic-Lavezzi) fueron los titulares. Fue suficiente para dejar el 0-1 final en el luminoso, y centrarse en el durísimo enfrentamiento de Liga de Campeones ante el Chelsea. 

Y el PSG cuenta los días para celebrar el título, porque el Monaco de Ranieri pinchó a domicilio frente al Evian Thonon Gaillard. El club de la Danone sorprendió al del Principado, gracias a un gol de un ex de los monegascos como Cédric Mongongu. Malas vibraciones para un central que debería acabar siendo pieza clave para Ranieri: y es que Aymen Abdennour disfrutaba de su primera titularidad desde su llegada en enero.

Por debajo, la tercera plaza sigue siendo para el Lille, que venció por 1-0 al Guingamp, aunque el gran choque del fin de semana era el derby del Ródano entre Olympique Lyonnais y Saint-Étienne en Gerland. Los de Galtier demostraron su competitividad y versatilidad, y la modificación del esquema habitual para jugar con tres centrales y doble punta (Brandao-Erding) resultó ganadora. 1-2 para los verdes, que se sitúan como candidato serio a plaza UCL la próxima temporada.



5. Otras ligas

En Argentina, River Plate volvió a ganar en La Bombonera diez años después, y los de Ramón Díaz han recibido una inyección de moral que veremos si será suficiente para llegar a salir campeones -ahora mismo se sitúan un punto por debajo de Colón, líder-. Con una dinámica realmente negativa del conjunto xeneize, el técnico de la banda explicó a la televisión su planteamiento: "Bloquear a Gago, que es el que más juega". A River le funcionó, y los goles de Lanzini y Ramiro Funes Mori hicieron inservible una absoluta obra de arte de Juan Román Riquelme. 2-1 final en el Superclásico. 

domingo, 30 de marzo de 2014

Análisis de partidos: Liverpool 4-0 Tottenham

1. Contexto y datos del partido

Partido de la 32ª jornada de la Premier League: Liverpool (Kaboul -pp-, Luis Suárez, Coutinho, Henderson) - Tottenham 0

Datos del partido (Fuente: squawka)

El Liverpool afrontaba el partido en un momento de agitación moral, desde un punto positivo, sin precedentes en los últimos años. Los de Rodgers llegan al tramo final de la Premier League con la opción real de ser campeones. Afrontaba el choque frente al Tottenham tras haber sacado 21 puntos de los últimos 21, siendo la última victoria el 2-1 logrado ante el Sunderland entre semana. El Tottenham, por su parte, había tomado algo de aire tras ganar en la última jornada, por 3-2, al Southampton, pero la dinámica venía siendo bastante negativa, con derrotas ante Chelsea y Arsenal en Premier League, y la eliminación de la Europa League por parte del Benfica. 

2. Planteamientos

Brendan Rodgers dispuso a su Liverpool en 4-3-3. Esto supuso una variación con respecto a lo visto en las últimas semanas, donde los reds habían formado con un 4-4-2 en rombo, haciendo la mediapunta bien Sterling -como en Old Trafford- o bien Coutinho. Hoy ambos fueron de la partida, y el equipo regresó a una propuesta que venía siendo habitual con los 4 atacantes a la vez en el once. La defensa la formaron Mignolet en portería, con Johnson y Flanagan en los laterales -el primero con más recorrido-, y Skrtel-Agger como pareja de centrales. El medio campo mantuvo la estructura 1+2 -Gerrard como pivote y Henderson-Coutinho como pareja de interiores-. En el ataque, Rodgers optó por Sterling en derecha, Luis Suárez en izquierda, y Daniel Sturridge como 9. Como viene siendo habitual en esta estructura, Suárez fue un falso extremo, ofreciendo siempre sus movimientos hacia dentro, mientras que Sterling si ejerció de extremo al uso, más clavado en la derecha. 

El Tottenham de Sherwood salió en 4-4-1-1, en una variante que el técnico ha utilizado de forma habitual. La defensa fue la formada por Lloris en portería, Naughton-Rose en los laterales, y Kaboul-Vertonghen en el centro de la zaga. El doble pivote fue el compuesto por Bentaleb y Sigurdsson, con Lennon y Eriksen como hombres de banda, mientras que fue Chadli el futbolista que jugó más centrado, por detrás de Roberto Soldado, el delantero centro. 

3. Desarrollo, posibles claves, y dirección de campo

Con un esquema u otro, el Liverpool que ha funcionado esta temporada se ha movido en un mismo patrón: pressing agresivo y despliegues veloces y muy directos. Lo que ha venido haciendo Rodgers son modificaciones para ofrecer a sus cracks un mejor escenario, de forma que pudieran rendir a su máximo nivel. El Tottenham de Sherwood se ha caracterizado en las últimas semanas por ser un equipo de poca calidad defensiva -sin centrocampistas especialistas a la hora de robar la pelota-, y bastante concesivo en los carriles exteriores. La respuesta de Rodgers fue repetir con Philippe Coutinho como interior -en un partido en el que teóricamente iba a haber más espacio para recibir en su zona-, y mandar a Sterling y Suárez a los costados para atacar la espalda de los laterales spurs (Naughton y Rose). Los tres puntas fueron muy agresivos a la hora de iniciar la presión, y el Tottenham cometió algunos fallos que fueron decisivos en esa fase. La línea del partido en el primer tiempo fue básica: robo alto del Liverpool y despliegue arrollador. Los tres hombres de arriba encontraron un día plácido, acabando jugadas y sin permitir al equipo de Sherwood progresar en ningún momento. 

Con 2-0 al descanso la dinámica en el segundo tiempo fue parecida, aunque con un punto menos de verticalidad. El Liverpool se aprovechó de esos espacios que existieron en el carril central -al final Sherwood acabó retirando a Bentaleb para meter a Dembélé-, y Coutinho puso el 3-0 en una fantástica conducción. El partido del brasileño fue de un enorme protagonismo, y de un acierto con pelota soberbio. Es aquí donde llega una mención especial para Rodgers, que ha hecho rendir en los últimos partidos a sus cuatro hombres de más talento en funciones bastante diferentes, En este choque -mapa de calor-, Coutinho tuvo que ayudar en la construcción, entrando mucho en contacto en campo propio, y lanzando a los tres hombres de arriba desde posiciones más retrasadas. 

Por supuesto, a un planteamiento ganador de Rodgers, hay que sumar la figura de Luis Suárez. Su calidad, voracidad y determinación resultaron un día más factores decisivos, y solo hay que mirar el 2-0 para entenderlo. Es imposible que el Liverpool se encontrase con tantas situaciones de ventaja sin su figura. En resumen global, Brendan Rodgers supo explotar bien los duelos individuales: Gerrard-Henderson-Coutinho contra Bentaleb-Sigurdsson, los emparejamientos Suárez-Naughton y Sterling-Rose, la movilidad de Sturridge contra Kaboul, e incluso el despliegue de Jonhson frente a un Eriksen que para rendir partiendo de la banda necesita que su equipo tenga índices de posesión muy altos. La victoria del Liverpool suponen 8 victorias en los últimos 8 partidos, y es, sin ninguna duda, candidato muy serio al título de la Premier League.

4. Reacciones de los protagonistas

Brendan Rodgers (Fuente: BBC): "Estuvimos muy bien desde el primer momento. Estamos muy confiados con respecto a nuestra forma de jugar. Hemos ganado 8 partidos seguidos y vamos a disfrutarlo. Se trata de eso. La ilusión de la gente es ganar el título, pero yo solo puedo pensar en ganar el siguiente partido". 
"Hemos jugado con diferentes sistemas esta temporada. Los últimos cuatro partidos hemos jugado con 4-4-2 en diamante, hoy pasamos al 4-3-3. Tenemos esa flexibilidad y en eso es en lo que estamos trabajando. Ahora tenemos que funcionar de la misma manera bajo la presión que supone el liderato". 

Tim Sherwood (Fuente: BBC): "El partido ha estado marcado por los dos errores que hemos cometido al principio. Ellos cogieron fuerza a partir de entonces".

sábado, 29 de marzo de 2014

Análisis de partidos: Arsenal 1-1 Manchester City

1. Contexto y datos del partido

Partido de la 32ª jornada de la Premier League: Arsenal 1 (Flamini) - Manchester City 1 (Silva)

Datos del partido (Fuente: squawka)

El Arsenal afrontaba un duelo absolutamente decisivo -prácticamente tener o no oportunidades de pelear el título pasaban por ganar el partido- en dinámica negativa. Principalmente, por el brutal varapalo que supuso la visita a Stamford Bridge de la semana pasada, donde los de Mourinho vencieron por 6-0, aunque también, por el hecho de no pasar del empate frente al Swansea entre semana en el Emirates. El Manchester City, sin embargo, después de los pinchazos consecutivos del Chelsea en sus visitas en Premier League a Aston Villa y Crystal Palace, veía cómo dependía de sí mismo para ser campeón, y la contundente victoria en Old Trafford por 0-3 entre semana hacían que los de Pellegrini llegasen, además, con un plus de inyección moral.

2. Planteamientos

Arsène Wenger introdujo alguna novedad en el once del Arsenal. Su dibujo fue un 4-2-3-1 con algunos matices. Szczesny en portería, con los habituales laterales; Sagna-Gibbs, y una pareja de centrales formada, dada la baja de Koscielny, por Mertesacker y Vermaelen. Como ante el Swansea, Wenger repitió con el doble pivote Flamini-Arteta, rompiendo con lo habitual en las últimas semanas -pivote (Arteta) y dos interiores (Oxlade-Cazorla)-, aunque esta vez, Lukas Podolski sí fue de la partida. De esta manera, había una línea de tres por delante, en la que Rosicky y Cazorla se intercambiaban, aunque jugaban casi siempre por dentro al mismo tiempo, y en izquierda, Podolski se quedaba clavado para tratar de tirar rupturas. El 9 del equipo fue Olivier Giroud.

Manuel Pellegrini salió con el 4-2-3-1 con el que el Manchester City arrasó al Manchester United en Old Trafford el pasado martes. Es decir, con Hart bajo palos, laterales para Zabaleta y Clichy, y pareja de centrales Kompany-Demichelis para cerrar la defensa. La visita a un campo complicado no hizo que el técnico chileno protegiese la espalda de Fernandinho y Yaya Toure, que volvieron a formar en doble pivote, con el costamarfileño algo más suelto. Sin Agüero, que seguía siendo baja, y con Negredo en el banquillo, la línea que enganchaba era la formada con Jesús Navas en la derecha, Nasri en izquierda, y David Silva totalmente liberado por detrás del 9 del equipo: el bosnio Edin Dzeko.

3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo

Pases de David Silva en el primer tiempo
Al ver la alineación de Wenger, se podía esperar una actitud más reservada en cuanto a la posición y, aunque con alineaciones diferentes, no era algo descabellado puesto que ya vimos recientemente a un Arsenal más conservador tanto en el Allianz Arena como en White Hart Lane. Sin embargo, ni Arteta ni Flamini se quedaron clavados tratando de que el equipo no dejase espacios, si no que fueron a buscar al doble pivote del Manchester City, probablemente para que un posible robo hiciese que el último pase -principalmente hacia zona izquierda buscando a Podolski-, pudiera resultar decisivo. Sin embargo, no se produjeron muchas situaciones de este tipo, y lo que provocó es que David Silva tuviera una primera parte realmente plácida. Ya no solo por sus recepciones interiores, si no también con sus caídas para recibir en ambos costados, puesto que Cazorla o Rosicky no estaban siempre fijos en derecha -tenían que hacer más metros para regresar-, mientras que Podolski no ofrecía un retorno disciplinado -también hay que tener en cuenta que su función era de atacar el espacio a la espalda de Zabaleta- en izquierda. El canario fue el mayor argumento de control del Manchester City -aunque también resultó decisivo para que el City pudiera ser profundo-, y fue clave para que su equipo fuera mucho más competitivo en el primer acto.

Posición de Arteta y Flamini en el gol del Arsenal
Sin embargo, en el segundo, el Arsenal se encontró con el mayor motivo de agitación que puede tener un partido de fútbol: un gol. En la primera parte, la actitud de Flamini y Arteta, sin que fuese acompañada de precisión y ayuda colectiva para robar en campo contrario, estaba provocando facilidades para que el Manchester City encontrase a David Silva. Sin embargo, acudiendo a la clásica teoría de la "manta corta", proyectar tanto a su doble pivote hizo que en ocasiones pululasen cerca del área rival. En una acción como esta, Podolski metió un centro lateral que dio con Flamini en posición de delantero centro, y el Arsenal empató el partido. A partir de entonces hay algo difícil de cuantificar, quizá un punto de componente anímico que iba derivado del hecho de que para el City era importante puntuar dada su posición en la clasificación, mientras que al Arsenal necesitaba ganar para creer en el título. Después del empate, el Arsenal recuperó más veces y más arriba, y Pellegrini acabó reaccionando metiendo a Milner por Navas, lo que deshizo un emparejamiento productivo para los visitantes en términos de profundidad: el emparejamiento del andaluz con Gibbs. 

En el tramo final del partido, primero con la salida de Navas, y luego con la de Nasri, el Manchester City le quitó socios a Silva (el primero más profundo, el segundo para darle apoyos cercanos), y el Arsenal pudo pasar más tiempo en campo rival. Pellegrini juntó a Javi García y Fernandinho en el doble pivote con Toure por delante, a Milner para cerrar en derecha y Silva quedó más desconectado ya tirado a la derecha. En resumen, la primera parte fue de un gran nivel del Manchester City, que supo aprovechar algunas facilidades que el planteamiento del Arsenal ofreció, mientras que en el segundo tiempo el Arsenal encontró buen ritmo con balón una vez robaba el cuero -mucho más-, y terminó el choque buscando, con más perseverancia, el segundo gol. 

4. Reacciones de los protagonistas

Arsène Wenger (Fuente: BBC): "A partir del empate empezamos a controlar un partido que fue muy apretado". 
"Después de lo que nos había pasado en esta última semana, era importante no cometer errores defensivos. Después de la derrota contra el Chelsea y del partido frente al Swansea, el equipo respondió muy bien desde el punto de vista mental". 

Manuel Pellegrini (Fuente: BBC): "No se si la palabra es decepcionado. Esta semana hemos jugado en campo del Manchester United y Arsenal y hemos sacado 4 puntos de 6 posibles". 
"En la primera parte jugamos muy bien, pero solo conseguimos un gol. En la segunda, ellos, con su público, se crecieron a partir del empate". 
"Todos queremos ganar todos los partidos, pero hoy jugábamos frente a un muy buen equipo que también es candidato al título". 

jueves, 27 de marzo de 2014

El regreso del Parma

Era el 18 de agosto de 1987 y el Ennio Tardini se vestía de gala. El Parma, entonces, militaba en la Serie B, y en su banquillo acababa de aterrizar un joven técnico checoslovaco llamado Zdenek Zeman, quien había sorprendido por sus métodos en el sector juvenil del Palermo, en el Licata Calcio, y durante casi una temporada, en el Foggia Calcio. El Real Madrid de la Quinta del Buitre, en pleno apogeo, visitaba al conjunto ducale, en un acto que hubiese sido imposible sin un patrocinador que a la postre acabaría resultando decisivo en la historia reciente del club de la Emilia-Romagna. Parmalat, compañía italiana de alimentación y lácteos, se anunciaba en las camisetas de ambos conjuntos, e hizo posible el encuentro amistoso. El Parma de Zeman fue capaz de ganar por 2-1 a aquel potente Real Madrid, en la que fue una victoria que supuso el preludio de unos éxitos que antes de la llegada de la Parmalat hubieran resultado imposibles.


Nevio Scala llegó al Parma en 1989, cuando el equipo militaba en Serie B.
El Parma se trataba, históricamente, de un club pequeño. El fichaje de Zeman fue un fracaso y el técnico checo fue despedido en la jornada 7, pero ese mismo verano el Ennio Tardini había visto como, -y ellos aún no lo sabían-, por allí iban a empezar a desfilar -y a perder- algunos de los mejores equipos del continente. Para sustituir a Zeman llegó Giampiero Vitali, con quien los ducali acabaron dos temporadas consecutivas en mitad de tabla de la segunda división italiana, hasta que en el verano de 1989 en el banquillo se sentó Nevio Scala. La Reggina de Scala se había quedado el curso anterior a las puertas del ascenso a la máxima categoría, y el presidente Ernesto Ceresini eligió al ex futbolista de Milan, Fiorentina o Inter, entre otros, para el cargo. En la penúltima jornada de esa temporada, un triunfo por 2-0 frente a la Reggiana significó asegurar el 4º puesto, el último que ofrecía billete para la Serie A. Era la primera vez que el Parma iba a disputar la primera división del fútbol italiano. El enorme éxito deportivo, eso sí, no pudo ser completo desde un terreno más personal. El presidente Ernesto Ceserini murió por problemas de salud en el mes de febrero -ello supuso cierta agitación estructural que significó un bajón en el rendimiento del equipo en las semanas posteriores-, algo que fue solventado con la llegada al cargo, de forma momentánea, del hijo de Ceserini, Fulvio.

El Parma, por tanto, era equipo de Serie A en la temporada 90/91, aunque en la dirección del club existía un vacío de poder que vino a ser ocupado por Calisto Tanzi. El patrón de la Parmalat marcó, entonces, un antes y un después en la historia del club ducale. La empresa de Tanzi ya patrocinaba al Parma, y este poseía una parte minoritaria de la entidad, pero tras el ascenso a la máxima categoría compró la mayoría a los tres hijos de Ceserini. Para entender lo que supuso este cambio hay que contextualizar quienes eran Calisto Tanzi y Parmalat Finanziaria en el año 1990. Tanzi, en 1961, fundó la Parmalat, y cinco años más tarde creó su producto estrella: la pasteurización a altas temperaturas, que alargaba la vida de la leche sin necesidad de frío. Este hecho fue clave en el crecimiento de la empresa, que a partir de 1970 comenzó su expansión por Europa, comercializando, además, otros productos como el queso.  Para 1989 Parmalat era una multinacional con gran presencia global, momento en el que Findaziaria la compró, aunque el control seguía en manos de Tanzi, que mantuvo una posición similar pero con sus bolsillos más llenos. Una operación que tuvo una relación directa con el crecimiento del Parma Calcio, que a partir de 1990 pasó de ser un modesto club dentro del fútbol italiano, a poder competir con algunos de los grandes gigantes europeos.

Fue entonces cuando la maquinaria se puso en marcha. El Parma pasó en apenas un lustro de ser un club casi desconocido fuera de los límites de la Emilia-Romagna, a ser respetado en todo el continente. Taffarel, Brolin, Di Chiara, Zola, Sensini, Dino Baggio, e incluso fichajes que no obedecían estrictamente a necesidades deportivas, como el balón de oro Hristo Stoichkov, vistieron la elástica crociata. Siete años duró la etapa de Nevio Scala en el Parma, en los que el equipo de la Parmalat ganó una Coppa Italia, una Recopa de Europa, una Copa de la UEFA, y una Supercopa de Europa. Con la marcha de Scala, en el verano de 1996, se produjo también un relevo en la presidencia: el hijo de Calisto Tanzi, Stefano, movería los hilos de los siguientes pasos de un club que ya era reconocido internacionalmente. Llegó al banquillo un joven Carlo Ancelotti -quien duraría dos temporadas-, y se inició el ciclo de los Buffon, Crespo, Chiesa, Cannavaro o Lilian Thuram. Entre 1996 y 2004 el Parma ganó una Copa de la UEFA, dos Copas de Italia y una Supercopa de Italia, hasta que el escándalo que envolvió a Calisto Tanzi y a la Parmalat volvió a marcar un antes y un después en la historia del club.


En febrero de 2003 comenzaron a circular rumores sobre la situación real de la empresa, y hasta diciembre de ese mismo año se produjeron algunos cambios internos, hasta el punto de que Tanzi dimitió. A finales de 2003, Bank of America negó la existencia de una cuenta en las Islas Caimán en la que Parmalat decía tener unos 4.000 millones de euros, lo que provocó el inicio de una investigación por parte de la fiscalía italiana. En apenas unos días, Parmalat entró en suspensión de pagos, y el 27 de diciembre de 2003 Calisto Tanzi fue encarcelado. El crack Parmalat fue uno de los casos más graves de escándalo financiero perpetrados por una sociedad privada en Europa, y, lógicamente, provocó daños colaterales en el club de fútbol que nadaba en la abundancia sostenido por la empresa de lácteos. El Parma recibió la noticia en mitad de la segunda temporada de Cesare Prandelli en el banquillo y, una plantilla aún bastante competente, hizo que el impacto deportivo resultase menor. El 5º puesto logrado en la clasificación, y  la Legge Marzano, que permitió al club mantenerse en la Serie A y evitar la refundación en categoría amateur, aún en estado de insolvencia económica y hasta que alguien pudiera asumir sus deudas, mantuvo al herido con vida. En enero de 2007, Roberto Cappelli, asesor del club, anunció que la sociedad iba a ser vendida a través de una subasta pública, en la que el empresario bresciano Tommaso Ghirardi, en colaboración con Angelo Medeghini y Banca Monte Parma, se conviertió en presidente tras un pago de 24 millones de euros. Fue el momento en el que situar el punto de partida del Parma actual, mucho menos poderoso que el de la época Tanzi, y que vive hoy en día, desde entonces, su momento más dulce.

LA ETAPA ACTUAL

Con el escándalo Parmalat aún reciente, la etapa Ghirardi abrió un nuevo ciclo en el club ducale. Los comienzos no fueron fáciles, y aunque el Parma consiguió en ese curso 2006/2007 salvar la categoría, no pudo decir lo mismo 12 meses después, y la temporada siguiente acabó descendiendo a la Serie B. Fue entonces cuando se situó el punto de partida a la escalada que se está viviendo hoy en día, y que tiene inmerso al club en la pelea por regresar a competición europea. Con Francesco Guidolin en el banquillo -que llegó a mitad de temporada para sustituir a Gigi Cagni-, se recuperó la plaza de Serie A para la temporada 2009/2010. Desde entonces, el devenir del club ha sido un constante altibajo, hasta que en enero de 2012, para sustituir a Franco Colomba, llegó Roberto Donadoni.


Tommaso Ghirardi y Roberto Donadoni

Con el técnico lombardo en el banquillo, el Parma logró cuajar en la media temporada de su debut una gran segunda vuelta que les dejó en 8º puesto, mientras que la temporada pasada el Parma acabó en 10º lugar. Lo más positivo en ese año y medio es que el club parece, por fin, tener una línea definida en cuanto a estilo,  los onces y la propuesta tenien cierta continuidad, y para los crociati eso era algo que no sucedía de manera constante desde hacía, prácticamente, una década. Los frutos se han recogido en esta campaña, donde el Parma, hasta la derrota por la mínima en el Juventus Stadium -y en la que tuvieron oportunidades de empatar hasta los últimos instantes-, ha acumulado 17 partidos sin perder en la Serie A. Ahora mismo se sitúan en el sexto puesto de la clasificación -que, dada la final de Coppa entre Fiorentina y Napoli dará, presumiblemente, acceso a la próxima edición de la Europa Leagua-, y en Parma se vive, por primera vez desde el caos Parmalat, cierto ambiente de optimismo con respecto a su club de fútbol. 


Roberto Donadoni ha encontrado su sitio en el banquillo del Parma, donde ha logrado otra vez resultados desde su buen hacer en Livorno. Quizá el paso por la Nazionale llegó demasiado pronto, y sus experiencias posteriores en Napoli y Cagliari tampoco fueron positivas. Su Parma ha tenido un proceso de evolución hasta llegar a lo que es hoy en día. Podemos decir que su esquema base es un 4-3-3, aunque la naturaleza de sus jugadores le permite, durante los partidos, pasar a defensa de 3 centrales y clavar muy arriba al lateral izquierdo. En ese sentido, la versatilidad del sistema se parece mucho al de la Fiorentina, y no es la primera vez que Donadoni halaga públicamente a Vincenzo Montella.  

En defensa, el rendimiento de Palletta es una de las claves del equipo, hasta el punto de que a día de hoy es una de las alternativas para Cesare Prandelli de cara al Mundial de Brasil. Otro de los puntos importantes de la estabilidad colectiva es Mattia Cassani. Durante muchos años se trató, cuando vestía la camiseta del Palermo, del mejor lateral derecho del país, con vocación ofensiva y mucho despliegue. Hoy en día su juego ha evolucionado. Es el lateral con menos recorrido, pero lo más importante es que se ha adaptado de maravilla a esa figura de tercer central, que permite al equipo ducali tener tres hombres ocupando todo el ancho de la retaguardia cuando el equipo pierde la pelota. Con Alessandro Lucarelli fijo, el otro puesto en defensa lo ha ocupado Gobbi, o recientemente, Molinaro. Es una figura diferente con respecto al rol de Cassani en el otro perfil: el lateral izquierdo de este equipo ha de tener más vuelo -en su lado, casi siempre, juega Antonio Cassano-, e incluso, cuando el equipo pasa al 3-5-2, debe actuar en los ataques posicionales como un extremo, abriéndose a mucha altura. La zaga la cierra en portería Antonio Mirante, que es un guardameta regular y que lleva años a buen nivel. 

En el centro del campo ha desaparecido un hombre que venía siendo clave -e incluso, insustituible para Donadoni en su etapa inicial- como Jaime Valdés. El chileno fue su regista particular, retrasando su habitual posición en tres cuartos de campo, en un movimiento bastante común últimamente en la Serie A, pero en enero marchó a Colo Colo como consecuencia del enorme -y sorprendente- rendimiento que venía dando Marco Marchionni. El actual pivote del equipo había sido toda su carrera un extremo bastante habilidoso y con buen desborde, pero la pérdida de esa chispa le ha llevado a una extraña adaptación. Como regista, ha demostrado tener buena salida de balón, ofrecer una gran capacidad de sacrificio, y ser muy competitivo. La estructura de medio campo es la única que no varía entre uno y otro esquema. Es decir, un mediocentro, Marchionni, y dos interiores, generalmente Gargano y Parolo. La llegada del uruguayo ha resultado muy útil para Donadoni, ya que ofrece un perfil más trabajador -ayuda a adelantar la línea de presión y robar arriba-, pero además tiene una gran capacidad de entrega para regresar a campo propio, lo que le da más sentido a la naturaleza del otro mezzala del equipo: Marco Parolo puede ocupar posiciones de ataque sabiendo que Marchionni-Gargano pueden hacer doble pívot y frenar posibles contragolpes. Quizá un poco más apagado en este tramo final, pero en líneas generales la temporada de Parolo ha sido fantástica, hasta el punto de recordar a sus mejores momentos en el Cesena. 


En el ataque, una figura destaca por encima de todas, y no solo por su talento, si no porque ha tenido trascendental importancia en la forma en la que Donadoni ha estructurado el resto del equipo. Antonio Cassano llegó este verano al club ducale levantando -lógicas- dudas, pero ha vuelto a ofrecer un rendimiento que ya le vimos cuando se la tienen que pasar todos (Bari y Sampdoria). Cassano hace diferentes los ataques, y permite estar dentro de los partidos en campos que deberían ser inaccesibles. El futbolista con más calidad y talento para jugar de toda la plantilla está siendo decisivo. En principio, su posición de partida es la izquierda, aunque tiene total libertad para jugar por dentro -cosa que sucede siempre en el 3-5-2-, pero además, hemos visto algún partido -el último, la victoria del equipo en San Siro-, en el que Amauri ha sido suplente y él ha hecho de 9. En cualquiera de esos roles estamos viendo a un Cassano decisivo que, si bien es cierto que quizá no haya llegado al nivel de la Sampdoria, queda claro que cuando se lo pasa bien, es cuando más le ofrece a su equipo. El 9 referencia está siendo, de manera habitual, Amauri. No está encontrando el gol de forma continuada -nunca ha tenido gran calidad en ese sentido-, pero su trabajo está siendo vital. Ofrece alternativa para salir directo, gana centros laterales, está siendo un socio de espaldas para Cassano realmente bueno -de su trabajo de boya no solo se ha aprovechado talentino, Parolo, por ejemplo, también lo disfruta-, y además no escatima esfuerzos en la presión, llegando incluso a ocupar la zona izquierda cuando Cassano se desconecta. El tercer hombre de ataque ha sido de manera continua Biabiany, que, lógicamente, es el futbolista más exterior. Tuvo un tramo inicial de campaña muy bueno, teniendo además que adaptarse a las exigencias del esquema: había ocasiones en las que el equipo pasaba a defensa de 3 centrales y él era el carrilero derecho. En ese sentido, Biabiany ha sido el Juan Guillermo Cuadrado de Donadoni. El hecho de ofrecer rupturas al espacio y juego exterior le han hecho un activo bastante valioso. Para competir con Biabiany -o incluso, para mandar al banquillo a Amauri y jugar con dos hombres exteriores-, llegó en el mercado invernal Schelotto, que está ofreciendo un gran trabajo, precisamente por adaptarse de maravilla a las exigencias del guión. No tiene esa agilidad con pelota de Biabiany, pero sí un retorno defensivo que permite al equipo estar más equilibrado, puesto que uno de sus hombres ofensivos, con él, es en realidad un centrocampista.  

En resumen, se vive en Parma una época de optimismo. Durante una década un pequeño club de la Emilia-Romagna pasó a ser una de las capitales europeas del fútbol, y el crack Parmalat supuso un duro golpe para unos aficionados que vivían en una nube. Lejos de la opulencia de esos años, pero el trabajo de Roberto Donadoni está metiendo al club en un camino que, salvo sorpresa, volverá a desembocar en una competición que no hace mucho llenó de alegrías a la afición crociati. Europa está cerca. 

miércoles, 26 de marzo de 2014

Pep, a tu manera


Mi tío, que duerme cada noche entre sabanas rojiblancas y bajo el retrato de Vicente Calderón, me explicó por primera vez lo que era el Bayern de Munich. "Cuando marcó Aragonés, estaban muertos. Ya la teníamos. Pero cuando ya se estaba acabando, un tiro se coló entre mil piernas y Reina no pudo hacer nada. En el desempate, nos pasaron por encima". "Estaban muertos". Fue la frase que se me quedó grabada, porque desde que tengo uso de razón, eso es, precisamente, lo que nunca les ocurre. Cuando el Bayern München y el Atlético de Madrid se enfrentaron en la final de la Copa de Europa de 1974, ambos peleaban por llevar a sus vitrinas, por primera vez, el mayor trofeo que un club de fútbol puede conseguir. El empate de Schwarzenbeck en el último minuto de la prórroga llevó, apenas un par de días después, a un partido de desempate. Duelo que los alemanes afrontaron como un regalo y los españoles como un suplicio, al haber visto como el sueño se desvanecía a apenas segundos del pitido final. Los bávaros ganaron 4-0, con dobletes de Hoeness y Müller, alzaron por primera vez la Copa de Europa y nació, desde Marqués de Vadillo hasta Lavapiés, una caricatura en forma de ogro muniqués. 

La supremacía del Bayern en la Copa de Europa se extendería tres años -ganaron las ediciones de 1974, 1975 y 1976- con Franz Beckenbauer a la cabeza. El fútbol alemán estaba en boga, y los éxitos de aquel juego arrollador y competitivo se extendieron a la selección nacional. Aún en plena Guerra Fría y con el Muro de Berlín dividiendo en dos el país, la parte occidental consiguió, también, mandar en la Copa del Mundo. Con Beckenbauer como jefe de las operaciones y un bloque en el que estaban Hoeness, Müller, Breitner, Overath, Maier, Vogts o Bonhof, Alemania Federal ganó por segunda vez el Mundial, en el año 74, frente a los Países Bajos de Johan Cruyff. La generación bávara tuvo, evidentemente, mucha parte de culpa, y se inició un ciclo de éxitos constantes que situaron definitivamente, al Bayern München, en el primer escalón del fútbol internacional. Hay que escuchar hablar a un atlético de más de 50 años para entender qué significó aquel partido. Y es necesario escucharles, porque es más fácil ponerse en el polo opuesto y tratar de entender cómo se debieron sentir los hinchas del Bayern en el Camp Nou en 1999, o en el Allianz Arena, con sus hogares a tiro de piedra, en 2012.


23 años habían pasado desde que Beckenbauer alzase al cielo de Hampden Park la tercera Copa de Europa, cuando en el Camp Nou de Barcelona quedaban apenas tres minutos para que Pierluigi Collina silbase tres veces, mientras que en Munich ya se hacía hueco y se limpiaba el polvo del estante más valioso de las vitrinas del club. Entonces llegaron los goles en el descuento más famosos de la historia del fútbol. Sheringham y Solksjaer cambiaron el signo del partido y mandaron a todos los jugadores del Bayern a la lona del Camp Nou. Kahn cayó desfallecido, Tarnat se sujetaba como podía en el palo, Salihamidzic hincó las rodillas en el césped y Sammy Kuffour pedía explicaciones al cielo. Esta vez no habría prórroga, ni como en el 74, partido de desempate, pero la esencia del Bayern significaba que no iban a tener que esperar otros 23 años para reponerse de un varapalo como ese.  Apenas dos años después derrotaron en la tanda de penaltis al Valencia de Héctor Cúper, y la nefasta noche de Barcelona quedó vengada. 

Entusiasmo, despliegue físico, espíritu de sacrificio, y una enorme calidad marcaban las directrices del Bayern München. Maravillosos equipos se habían ido formando en la historia del club, aunque al que estaba terminando de dar color Jupp Heynckes cuando Bayern y Chelsea saltaron al césped del Allianz Arena en mayo de 2012, era uno de los más potentes. Los bávaros eran locales y las casas de apuestas les situaban como favoritos. Los de Heynckes disputaron una gran final, que estaba ganada -el elemento épico es una constante en todos los triunfos y derrotas del club alemán- en el minuto 88. Fue entonces cuando Didier Drogba ganó una pelota en el primer palo y mandó un cabezazo a la escuadra ante el que nada pudo hacer Manuel Neuer. Los penaltis llevaron la Champions a Londres, y el Bayern vio como se esfumaba la posibilidad de hacer historia en el Allianz. "Con lo difícil que es llegar a una final de la Champions", charlaban los hinchas del Bayern que regresaban a sus casas en el transporte público. 12 meses después, celebraban en Wembley, a unas paradas de metro de Stamford Bridge, la victoria ante el Borussia Dortmund que les daba su quinta Copa de Europa. El bloque de Heynckes ganó el triplete, maravilló al mundo con su fútbol flexible, dinámico, vertical si la situación lo requería, y que te mataba en los extremos con Lahm-Robben y Alaba-Ribery. El Bayern estaba en la cima, y aunque ya a inicios de 2013 se sabía que Guardiola sería el próximo entrenador del club, la misma pregunta sonaba en un lado y en otro: ¿Y ahora qué?

Guardiola llegaba, por supuesto, con un estatus brutal dada su etapa en el Fútbol Club Barcelona, pero también lo hacía a un club con una idiosincrasia ganadora, que acababa la temporada habiendo ganado absolutamente todo, es decir, no tenía "nada que arreglar", y con unos hinchas que estaban plenamente identificados con el juego que practicaba su equipo. Desde luego, el mejor argumento para Pep era su plantilla -una de las más potentes del mundo-, por lo que el riesgo era pequeño, pero, por otro lado, cualquier comparación con el Bayern 12/13 solo podía dejarle en el mismo lugar, nunca por encima. Realmente, había más que perder, de lo que tenía por ganar. El Bayern es campeón de la Bundesliga el 26 de marzo, y si bien es cierto que el nivel general del campeonato ha dejado algo que desear -sobre todo, sus perseguidores; plaga de lesiones del Dortmund, irregularidad de Leverkusen y Schalke-, la realidad es que lo que parece estar haciendo Pep en Munich va más allá de ganar la liga antes o después. Incluso va más allá de una eliminación en Champions -algo que creo, puede acabar ocurriendo perfectamente, si no en cuartos, sí en semifinales-, y va más allá, por supuesto, de ganar o no otro triplete. 

Pep se ha sentado en el banquillo del Allianz Arena de la misma forma que hubiese agarrado el micro Frank Sinatra después de un concierto de Elvis, en el que hubiese una plaza arrasada y un montón de bragas mojadas. A su manera. Creo que Pep, de ser guitarrista, subiría a dar un concierto de flamenco después de Paco de Lucía, y sacaría del bolsillo su afinador para asegurarse de que cada cuerda está en su sitio. A su manera. Pep ha llegado al equipo que mejor jugaba en el mundo y, aún no sabemos cuánto crecerá su palmarés, pero desde luego sabemos que ha ganado la Bundesliga el 25 de marzo. Y sabemos que lo ha hecho a su manera. 

Pep Guardiola es patrimonio del fútbol.

martes, 25 de marzo de 2014

Análisis de partidos: Manchester United 0-3 Manchester City

1. Contexto y datos del partido

Partido de la 31ª jornada de la Premier League: Manchester United 0 - Manchester City 3 (Dzeko x2, Yaya Toure)

Datos del partido (Fuente: squawka)

A nivel general, no es necesario contextualizar demasiado el momento del Manchester United. La marcha de Alex Ferguson ha significado un vacío demasiado grande, y el equipo de Moyes tiene a 11 puntos los puestos de Liga Campeones. Sin embargo, llueve un poco menos para el escocés, después de -a pesar del mal juego- remontar la eliminatoria de Champions League frente a Olympiakos, y de obtener los 3 puntos en Upton Park el pasado fin de semana, aunque era inevitable que en el ambiente flotase la decepción por el 0-3 que el Liverpool se llevó de Old Trafford hace 9 días. El Manchester City, por su parte, afrontaba el clásico con un plus de motivación, después de que el Chelsea se dejase 3 puntos en Villa Park y pasasen a quedar a 6 del liderato, con tras partidos menos. Olvidada ya la eliminación frente al Barcelona, los de Pellegrini levantaron un complicado choque frente al Hull tras expulsión tempranera de Kompamy, y arrasaron el pasado sábado, por 5-0, al Fulham, colista de la categoría. 

2. Planteamientos

El partido estuvo condicionado por el gol a los 40 segundos que consiguió el Manchester City, pero, de partida, dio la sensación de que David Moyes pretendía organizar a su Manchester United en un 4-1-4-1. Sin poder contar con Vidic ni Smalling, la defensa fue la formada por De Gea; Rafael-Jones-Ferdinand-Evra. En medio campo, en un principio, Carrick actuó como pivote, con Cleverley interior derecho y Fellaini izquierdo. En los costados, Mata partía desde la derecha, Welbeck desde la izquierda, mientras que Rooney era el delantero centro. La sensación era que, con Carrick detrás de dos futbolistas, se podrían controlar mejor las recepciones interiores de Silva, Nasri y Yaya Toure, aunque esta estructura se vio solamente en los instantes iniciales del partido. 

El Manchester City, por su parte, salió con su defensa casi titular: Hart en la portería, con Zabaleta y Clichy -en lugar de Kolarov- en los laterales, y Kompany-Demichelis como pareja de centrales. Pellegrini no optó por Javi García para liberar a Toure y Fernandinho, así que mantuvo el doble pivote habitual, pero sí introdujo a Jesús Navas en lugar de un delantero -Agüero estaba lesionado-, lo que permitió a Silva tener total libertad. El canario actuó como mediapunta, totalmente liberado a la hora de hacer retorno defensivo por algún constado. Sí tuvo que hacerlo Samir Nasri, que ocupó la zona izquierda, mientras que Dzeko fue quien jugó como delantero centro, con Álvaro Negredo en el banquillo.

3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo

El Manchester City inició el partido con una actitud muy agresiva. Tanto, que en 40 segundos ya había tenido tres ocasiones y se había puesto 0-1. A partir de ahí, vino un tramo inicial en el que el equipo de Pellegrini sometió territorialmente, con mucha facilidad, al de David Moyes. Hubo dos variantes, absolutamente diferentes, para meterse en campo rival, y en el inicio, ambas fueron completamente efectivas. Por un lado, David Silva. El canario consiguió obtener recepciones entre líneas de manera continuada, y su acierto técnico y agilidad actual le permitieron sacar ventajas para su equipo una y otra vez. Esa era la opción "elaborada", es decir, la forma en la que el City se metía en campo rival con un pase raso a su mediapunta. La otra, Dzeko y el juego directo (captura). La posición de partida de los tres centrocampistas del Manchester United era bastante retrasada, y el doble pivote del City tenía sitio para ganar el rechazo o la dejada del bosnio, y jugar de cara. El tramo inicial de partido de los visitantes fue un avasallamiento, aunque las cosas, en el primer acto, se fueron equilibrando, ya que el City volvió a mostrar una carencia que viene siendo habitual a lo largo de la temporada.

Fernandinho y Yaya Toure concedían demasiado espacio a su espalda, y no siempre Kompany podía anticipar para evitar los contragolpes. David Moyes sacó a Mata de la banda -aunque quizá fuese algo pactado para cuando el equipo recuperase la pelota-, Cleverley se fue a proteger la derecha, mientras que Welbeck se mantuvo en izquierda. Era un espacio en el que el burgalés podría obtener recepciones para lanzar contragolpes, aunque esto no sucedió de manera continuada. Sin embargo, sí apareció Rooney -el mejor hombre de su equipo en el primer tiempo- y también alguna ruptura de Welbeck desde fuera hacia posiciones interiores. Esto bastó para que el equipo de Moyes pudiera desplegarse varias veces antes del descanso. El primer tiempo dejó la sensación de un buen Manchester City en el tramo inicial, pero que sin embargo, mostró ciertas carencias que podían ser aprovechadas por un equipo del potencial del United en el segundo acto. 

Sin embargo, en la segunda parte el Manchester United dejó de tener esas opciones de transición. Moyes introdujo a Kagawa por Cleverley, pero el japonés no activó ese espacio que existía en la primera parte. Probablemente porque Pellegrini corrigió bien tras el descanso: Yaya Toure cuidó un poco más sus despliegues, pero sobre todo ofreció algunos buenos robos en ambos perfiles, el principal punto de apoyo en el que el Manchester United daba el pase a su espalda (captura anterior). El técnico chileno cerró el partido con el cambio de Javi García por Jesús Navas. El Manchester City tenía, definitivamente, un mediocentro que no iba a permitir al rival correr hacia portería de Hart, y además esto implicó que Yaya Toure pasó a ser un argumento ofensivo, que acabaría poniendo el 0-3 definitivo en el marcador. En resumen, el Manchester City fue muy superior en líneas generales, y los únicos tramos de ciertas dudas fueron resueltos de manera eficaz gracias a una buena dirección de campo de Manuel Pellegrini. Victoria clave, no solo por lo grandioso del resultado, si no porque además el Manchester City ha resuelto el partido más complicado de los que tenía que recuperar con respecto al Chelsea. 

4. Reacciones de los protagonistas

Manuel Pellegrini (Fuente: Web oficial del club): "Hemos marcado tres goles, tuvimos tres o cuatro oportunidades claras, y además no recuerdo ninguna opción del Manchester United para marcar. Fuimos muy compactos y fuimos a por los tres puntos desde el principio". 
"Estoy muy contento con nuestra defensa. Solo hemos encajado 6 goles en lasegunda mitad de la temporada". 

David Moyes (Fuente: BBC): "Hemos jugado contra un muy buen equipo. Este es el nivel al que tenemos que aspirar". 
"Nos hizo daño el gol tan temprano, pero hasta que hicieron el 0-2 estuvimos peleando por empatar"

lunes, 24 de marzo de 2014

Lunes de resaca

Mourinho amargó a Wenger en el partido 1000 de este al frente del Arsenal (Foto: Mirror Football)

1. Inglaterra


Arrancaba fuerte el sábado, pero no nos imaginábamos que tanto. El Chelsea le ganó 6-0 al Arsenal en un choque que apenas nos duró 15 minutos. Los de Jose Mourinho salieron con el cuchillo entre los dientes, y su plan de robo y transición hizo desmoronarse al Arsenal como un castillo de naipes. Derrota dura para el conjunto de Wenger que, si bien no por diferencia de puntos pero sí por sus fracasos contra rivales directos, baja de golpe varios escalones en el favoritismo para obtener el título.

El Liverpool, segundo clasificado, consiguió ganar por 3-6 -y no es la primera vez que se da un resultado como este en un partido del conjunto de Rodgers, sirva como precedente el 3-5 en Stoke-, al Cardiff de Solskjaer. Un nuevo hat trick de Luis Suárez -lleva 28 en esta Premier- dejó claro cual es el principal argumento del conjunto red en su pelea por el título: tienen una facilidad tremenda para hacer gol. La entrada de Coutinho por Sterling, además, mostró otro: este equipo tiene buenos recursos

El Manchester City tuvo un plácido partido frente a un Fulham que ve peligrar, cada semana con más fuerza, su condición de equipo Premier League. Los de Pellegrini vencieron por 5-0 gracias a un hat trick de Yaya Touré -dos goles de penalti y el tercero tras un maravilloso golpeo desde fuera del área-. Cerraron el marcador Fernandinho y Demichelis, y se quedó sin marcar Negredo, que, eso sí, hizo un buen trabajo en un día importante para su equipo dadas las bajas de Agüero y Dzeko. 

Por debajo, el Tottenham consiguió levantar un 0-2 frente al Southampton, que empezó el duelo castigando la espalda de la defensa spur gracias a Lallana, Lambert y Jay Rodgriguez, pero que vio como un acertadísimo Eriksen -y a la participación de Soldado, que dejó buenos movimientos en la posición de 9- empataba el partido. Sigurdsson puso el 3-2 final. Mismo resultado para el Everton en su enfrentamiento con el Swansea, lo que provocó que los triunfos de unos y otros restasen valor al 0-2 que el Manchester United logró en Upton Park. Sin Van Persie -estará un mes fuera-, Moyes ubicó a Mata por detrás de Rooney, en la que fue la segunda mejor noticia del equipo en el partido. La primera, un estelar Wayne Rooney, que abrió el marcador con un soberbio tanto desde el medio campo, y que dejó claro que juega igual de bien de 10, de 9 y medio, o como el sábado, de único punta.



2. Italia

En la Serie A están empezando a definirse de manera definitiva las posiciones finales, y es que las distancias entre los primeros clasificados empiezan a ser grandes. La Juventus ganó 0-1 al Catania en un partido en el que Conte introdujo varios cambios -el equipo venía de jugar un exigente duelo frente a la Fiorentina el pasado jueves- y que volvió a resolver Carlos Tévez, con su 16º tanto de la temporada. Triunfo que mantiene los 14 puntos de ventaja con la Roma, segundo clasificado -aunque los capitalinos tienen un partido menos-, puesto que el conjunto de Rudi Garcia ganó su choque del sábado frente al Chievo Verona. 0-2, con tantos de Gervinho y Destro, repitiendo el 4-2-1-3 que vimos frente a Udinese. Nainggolan y Taddei doble pivote, Pjanic un escalón por delante y Totti haciendo de falso 9, con Gervinho y Destro de delanteros escorados, tirando constantes desmarques a esa zona central que liberaba el capitán. Solvente victoria de una Roma que, sin lugar a dudas, está cuajando una fantástica temporada: 20 puntos más a estas alturas con respecto al curso pasado.

Inmediatamente debajo en la tabla se jugaba el gran partido del fin de semana en la Serie A: Napoli - Fiorentina, que acabó con victoria 0-1 para los toscanos gracias a un gol postrero de Joaquín. En el ritmo del partido fue inevitable sentir la cercana presencia de los choques que ambos conjuntos disputaron en la Europa League el pasado jueves: lento, acciones pesadas y poco acierto. El Napoli, no obstante, fue superior, y consiguió desplegarse con mayor peligro de forma más continuada. La expulsión de Ghoulam en la primera parte hizo que los de Benítez tuvieran un activo menos en esos contragolpes -Callejón pasó a jugar de lateral derecho- y fue la vía para que Montella buscase el triunfo en el San Paolo. Una victoria que deja al Napoli a 6 de la Roma, y que abre una pequeña puerta de esperanza a la Fiorentina de cara a pelear la tercera plaza: 7 puntos les separan de los partenopeos. 

Y por debajo, otro salto, en el que varios equipos se están jugando sus opciones de Europa League. El domingo por la noche se disputó un Lazio - Milan que acabó en 1-1. Seedorf apostó -la semana pasada lo hizo frente a Parma- por un mediapunta que pudiera ayudar más en fase defensiva (ayer Poli, frente al Parma, Montolivo). El Milan no terminó de desplegarse -el gol de Kaka llegó con un punto de fortuna-, pero controlaba a la Lazio, hasta el extraño cambio de Balotelli por Honda, que dio a los centrocampsitas laciales más espacio. Empate final que sirve poco a ambos. El Inter cortó una racha de 6 partidos sin perder, dejándose los 3 puntos en un alocado partido frente a Atalanta en el Giuseppe Meazza (1-2). Los contragolpes de los de Colantuono penalizaron a un Inter poco acertado de cara a puerta, a pesar de producir bastantes ocasiones. El Parma de Donadoni -27 puntos de los últimos 33- no pudo pasar del empate a 1 en el Tadrini frente al Genoa.



3. Alemania

El Bayern visitaba al Mainz de Tuchel con la posibilidad de ser campeón -aunque dependía de otros resultados- y se encontró con un conjunto que volvió a ponerle en serios apuros, hasta el punto de que Pep acabó alabando al técnico bávaro. El Mainz fue agresivo, impidió que el Bayern pudiera ser dominante desde su discurso de posesión y fue capaz de desplegarse en varias ocasiones. Al final, la dirección de campo de Pep volvió a resultar decisiva para el 0-2 final, y entre semana tendrán una nueva oportunidad para alzar el título ¡en marzo!

El Borussia Dortmund ganó 0-3 en su visita al Hannover 96 -Hummels, con su 2º tanto en las últimas 4 jornadas, abrió el marcador-, y con varios focos de interés. Schmelzer, que estará de baja aproximadamente un mes, fue sustituido por Durm, mientras que Klopp formó con un doble pivote Sahin-Kirch. Vimos una versión clásica del Dormtund: no demasiada pelota, pero bastante dañino en sus despliegues, sobre todo en el segundo tiempo y ya con marcador a favor. La noticia positiva para Klopp fue que reapareció Reus, quien jugó casi media hora y puso el 0-3 final. 

El Schalke 04 solventó su duelo ante el colista, el Eintracht Brauwnchsweig, por 3-1. Huntelaar puso el 2-0 (lleva 10 goles en los 11 partidos de Bundesliga que ha disputado este curso), y el aliciente en el once fue ver juntos a tres de los mayores talentos del fútbol alemán: Goretzka, Meyes y Draxler hicieron la mediapunta, mientras que Boateng repitió en doble pivote con Neustädter. Tres cupos directos a Liga de Campeones que se van definiendo, puesto que el equipo que llegó a parecer, iba a ser principal contendiente del Bayern este curso, el Leverkusen, volvió a perder (esta vez 2-3 frente al Hoffenheim), y son ya 8 derrotas en los últimos 9 partidos oficiales, 5 de ellas en la Bundesliga. Peligra, incluso, su plaza Champions, a la que Borussia Mönchengladbach y Wolfsburg vigilan desde cerca.



4. Francia

El PSG resolvió su visita del viernes ante el Lorient por 0-1, y lo hizo con equipo de gala de medio campo en adelante, y no sin sufrir. El conjunto de Christian Gourcuff consiguió desplegarse con relativa continuidad, siendo el foco de esos despliegues un gran Aboubakar. No marcó Ibrahimovic, pero que el tanto de la victoria fuese de Thiago Motta hace cierta justicia con la temporada del italo-brasileño. Son ya 10 puntos de ventaja con el segundo clasificado, y es cuestión de tiempo que el conjunto de Blanc cante el alirón.

Y la distancia ha aumentado hasta esos 10 puntos porque el Monaco no pudo pasar del empate frente al competitivo Lille del milagroso René Girard. El estilo más asociativo del Monaco aún tiene una cuenta pendiente: la de poder defender espacios largos de campo (Abdennour aún no ha podido debutar), y eso, frente a un equipo que cuenta con Kalou, Ryan Mendes y Origi, es un gran problema. Empate a 1 que hace pensar en el Lille como gran candidato a esa tercera plaza.

Y lo es más por sensaciones, puesto que el Saint-Étienne de Galtier consiguió recortar dos puntos en la pelea. Le ganó 3-1 al Sochaux con dos goles de Mevlut Erding, que deja clara que la variedad de opciones en el ataque es uno de los grandes argumentos de los verdes. El Lyon, con gol de Gomis, le ganó 0-1 al Guingamp, manteniendo vivas las opciones UCL, mientras que el Marseille se deshace, tras una nueva derrota -0-1 ante el Rennes del cuestionado Montanier-, habiendo sacado, únicamente, 1 punto de los últimos 12.

Análisis de partidos: Real Madrid 3-4 Barcelona

1. Contexto y datos del partido


Partido de la 29ª jornada de la liga española: Real Madrid 3 (Benzema x2, Cristiano Ronaldo -p-) - Barcelona 4 (Iniesta, Messi x3 -2p-)


Datos del partido (Fuente: squawka.com)
El Real Madrid afrontaba el clásico como segundo clasificado tras la victoria del Atlético de Madrid en el Benito Villamarín, aunque con un partido menos. Los de Ancelotti habían perdido por última vez -entre todas las competiciones- el 27 de octubre, en el Camp Nou. Llegaban, por tanto, en un gran momento de forma, sumando además la contundente victoria en los octavos de final de la Champions League ante el Schalke 04. El Barcelona, sin embargo, había dejado ciertas dudas en sus últimas salidas ligueras -derrotas frente a Real Sociedad y Valladolid-, aunque había lavado la cara tras eliminar al Manchester City de la Liga de Campeones, y tras ganar, la semana pasada, 7-0 a Osasuna. 

2. Planteamientos

El Real Madrid salió con su once de gala, y, como ya anunció Ancelotti, "sin experimentos". Esto es Diego López en portería, laterales para Carvajal y Marcelo y pareja de centrales para Pepe y Sergio Ramos para formar la línea defensiva. En medio campo, Xabi Alonso como pivote, Modric interior derecho y Di María interior izquierdo, con Bale y Cristiano Ronaldo en los extremos y Karim Benzema como 9, organizados en el 4-3-3 habitual. Es decir, Carlo no diseñó ningún plan especial para enfrentarse a Leo Messi. Tampoco fue la intención mostrar un repliegue bajo con el fin de dañar con espacios, puesto que el Real, desde un principio, buscó apretar la salida blaugrana. 

El Barcelona, por su parte, salió con su once "menos profundo". La línea defensiva fue también la habitual: Víctor Valdés en portería, con Dani Alves y Jordi Alba en los laterales, mientras que los centrales fueron Piqué y Mascherano. El pivote fue Sergio Busquets, -al que sí vimos un comportamiento especial de vigilancia sobre Modric-, con Xavi interior derecho y Fabregas izquierdo. Iniesta ocupó de partida el extremo izquierdo, Neymar hizo lo propio, más abierto, con el derecho, y completaba el once Lionel Messi. Es decir, el Barcelona que, sin Pedro ni Alexis, menos va a arriesgar la pelota, y que debía encomendarse a Neymar para hacer rupturas en la última línea del equipo. 


3. Desarrollo, posibles claves y dirección de campo

Para entender el partido blanco hay que contextualizar su no adaptación al rival. El once era el mismo que venía actuando -y ganando bien- semana tras semana, así que la actitud, de inicio, fue la misma. El Real Madrid ubicó su bloque a bastante altura, apretando la salida blaugrana en campo rival y buscando despliegues tras los robos que pudieron efectuar. Este fue el primer motivo por el que el partido fue abierto y tuvo espacios, y por lo tanto es lógico que, dado el nivel de los futbolistas, viéramos muchos goles. El primer nombre a mencionar en este momento es Ángel Di María. El argentino fue el que rajó al Barça durante la primera parte, atacando el sector de Alves, gracias a su enorme velocidad y conducción. El Real Madrid aportaba un recurso de primerísimo nivel a una zona de la que Cristiano Ronaldo salía para alcanzar zona de remate. Sin embargo, lo que fue un argumento clave en el plano ofensivo, se convirtió en una desventaja en campo propio. 

Pases Messi (Fuente: squawka)
Casi todas las recepciones de Leo Messi se produjeron en la zona de interior izquierdo del equipo blanco. Di María ofrecía ventajas ofensivas, pero ese alma de extremo penalizó a los de Ancelotti desde dos puntos de vista: el primero, un retorno más lejano tras una acción ofensiva, y el segundo, su propia naturaleza, que le llevaba a tratar de robar a mucha altura e incluso acercarse al perfil de Modric, lo que permitía a Leo Messi poder jugar con cierto espacio. La segunda desventaja blanca estaba en los laterales. La defensa a Messi hacía que, inevitablemente, Sergio Ramos o Pepe abandonasen su posición de partida -al jugar el Barça sin 9 podían hacerlo-, pero esto provocaba que la espalda interior de Carvajal y Marcelo estuviera desprotegida. El Real Madrid "se libró" en el perfil derecho porque allí jugaba Andrés Iniesta (se libró, entre comillas, porque el 0-1 viene de una ruptura del 8 blaugrana), porque claro, el juego de Andrés es de apoyos y no de moverse al espacio. Esto hizo que el sitio que quedaba en aquella zona para correr no se viese activado de forma constante, aunque Iniesta se vio beneficiado de no enfrentarse con Arbeloa a la hora de poder girarse con cierta comodidad entre líneas, hasta donde Carvajal no tiene la calidad defensiva de poder anularle. Él fue el centrocampista que dio más toques decisivos. En el otro perfil, era Marcelo quien tenía que correr contra Neymar -que aunque fue decisivo en la jugada del penalti tampoco ofreció rupturas de manera constante-. Es decir, aunque el Barça no explotó dos vías de llegada a Diego López, estuvieron ahí de forma más o menos continuada. 

Mapa de calor de Benzema (Fuente: squawka)
Sin embargo, el Real se mantenía vivo en el partido, porque el Barcelona también tenía su laguna: Mascherano. El argentino suma -y mucho- cuando el Barcelona se junta en campo rival y tiene que apagar fuegos a campo abierto, pero cuando ha de defender acciones que se suceden en área propia, sufre bastante. A la izquierda, el mapa de calor de Benzema, es decir, de un delantero al que le gusta tocar la pelota fuera del área y asociarse con los centrocampistas, pero que, sin embargo, frente al Barça dejó sus mayores focos de participación en el área de Valdés. Allí se ensañó con Mascherano, donde ganó en las pelotas que venían desde el exterior, o con sus toques -como en el penalti sobre Cristiano- en la corona del área. Benzema fue el activo ofensivo más decisivo, por adecuación al rival, pero sobre todo, por puro talento. 


Con el Madrid en inferioridad el partido terminó de caer cuesta abajo del lado blaugrana. Los de Martino consiguieron no solo activar su circuito de circulación de forma continuada, sino ver como el Madrid, sin Benzema, no les dañaba en el contragolpe. Ancelotti dejó en el campo a Bale y Cristiano, pero no había ningún apoyo ganador que dejara al pasador de cara, y por lo tanto, eran dos balas sin pólvora. El 3-4 del Barcelona estaba, por lo tanto, más cerca, pero sobre todo lo estaba porque Leo Messi vestía de blaugrana. Porque es imposible acabar el análisis sin mencionarle de manera más vehemente, puesto que puso todo patas arriba. El Real Madrid fue un equipo con carencias, pero esas carencias podían ser solventadas de una u otra forma si Leo no hubiera sido el rival. Sus recepciones eran cómodas, pero no había un solar, y le defendían Ramos y Pepe, y fue precisamente la grandeza del astro argentino la que decantó definitivamente la balanza del lado blaugrana.

4. Reacciones de los protagonistas

Carlo Ancelotti (Fuente: Web oficial de la Liga BBVA): “Por como hemos jugado este partido tenemos que estar satisfechos. El equipo tiene físico y tenemos la habilidad para salir rápido de este clásico. El partido fue bueno, presionamos arriba bien. Necesitábamos más presión. Lo hemos hecho bien en el campo contrario. Intentamos controlar el juego y restar posesión al Barcelona presionando arriba. Hemos hecho pequeños errores y por esto creo que no hemos ganado”.

Gerardo Martino (Fuente: Web oficial de la Liga BBVA): "En un clásico resalta demasiado. En la zona de mitad de cancha, donde teníamos superioridad numérica, hemos hecho un gran trabajo con Andrés, Busquets y Xavi. Tuvimos ahí supremacía y eso nos favoreció. Me cuesta hablar de Leo, es siempre hablar bien récord tras récord"