miércoles, 8 de octubre de 2014

La Gestapo, la cantera del Lyon, y un nombre

Bar Le Monde, calle Bellecordière, Lyon, finales de mayo de 1944. La Segunda Guerra Mundial está en pleno apogeo, con gran parte del territorio francés ocupado por el ejército nazi. Se está terminando de dar forma al desembarco de Normandía, operación que se pondría en marcha apenas unos días después, pero hasta entonces la Wehrmacht se pasea por suelo galo con puño de hierro. En "la zona libre", al sur del país, el gobierno de Vichy, a apenas un centenar de kilómetros de Lyon, vive sus últimos días. Son también los últimos momentos de Klaus Barbie en Lyon, antes de regresar a Alemania bajo identidad falsa. Barbie es oficial de la Gestapo, y lleva dos años como jefe de la policía secreta nazi en la ciudad. Le apodan "el carnicero de Lyon". El bar Le Monde es lugar de reunión, y un joven de 35 años recuerda sus hazañas. Campeón de Francia de tenis de mesa, triple campeón de Francia en la prueba de relevos, y participante en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Allí, bajo la mirada de Adolf Hitler y Joseph Goebbels, atentos a un evento que debía de mostrar la magnificencia del nazismo al mundo, logró, junto a sus compañeros de la selección francesa, el cuarto puesto en la modalidad de hockey sobre hierba. Se llama Anatole Vologe, y del habitáculo lo sacan por la fuerza miembros de la Gestapo. Esa noche duerme en la prisión de Montluc. 

Su nombre preside, hoy día, la entrada al centro de entrenamiento del Olympique Lyonnais. El complejo deportivo está a escasa distancia del río Ródano, que baña el Parque de Gerland. El Lyon ha logrado en los últimos tres lustros ganarse el respeto de su gran rival regional, la Association Sportive de Saint-Étienne, el club francés con más títulos de liga. El punto de inflexión comienza tras la llegada de Jean-Michel Aulas. Aulas funda en 1983 CEGID, una empresa de gestión de software que a día de hoy es una gran multinacional, y que cuenta con hasta 17 filiales. La llegada de Aulas al Lyon es casi por casualidad. La TF1 pone en marcha, en 1986, un programa televisivo llamado Ambitions, presentado por una gran estrella del momento como Bernard Tapie, y que, a modo de concurso, ofrece un premio a jóvenes empresarios que presentan sus incipientes proyectos. Aulas es invitado regularmente al programa, que cuenta con distintos expertos que valoran esos proyectos, y en una de las reuniones posteriores a la emisión, con otros presidentes deportivos, un periodista le pregunta a Bernard Tapie -también presidente del Marseille en aquel momento- qué puede hacer el Olympique Lyonnais -por entonces en segunda división- para salir de aquella situación. La respuesta de Tapie es sencilla: "Hacer a Jean-Michel Aulas presidente". 

Poco después, en junio de 1987, Aulas, natural de l'Albresle (Lyon), asume el cargo "a modo de servicio". En ese momento, y con el equipo en la segunda categoría, el empresario pone en marcha un ambicioso proyecto, conocido como OL-Europe, que pretende llevar al club a competiciones europeas en un período no superior a cuatro años. El OL dominante tardaría un poco más en llegar, pero la espera acabó resultando aún más dulce de lo esperado. Una vez el Lyon, con Jacques Santini en el banquillo, logra su primer título de liga (2002), añade a sus vitrinas seis entorchados más de forma consecutiva, en lo que se convierte en un éxito sin precedentes en el fútbol galo. Aulas copa las portadas en Francia, y por supuesto se habla de él en toda Europa como un ejemplo de gestión. Compra barato y vende caro, y muchos de sus futbolistas se moldean en Gerland hasta transformarse en grandes estrellas a nivel europeo. Essien, Benzema, Diarra, Malouda, o Abidal son foco de deseo de los grandes clubes de Europa. Es la época más boyante del proyecto, que acaba tocando techo con el eco de una gestión maravillosa cuando en abril de 2010 el Bayern München dilapida el sueño del club de jugar una final de la Liga de Campeones, tras apearles en las semifinales de la competición con una superioridad aplastante. Desde entonces el Olympique Lyonnais ha reducido su estatus a nivel europeo, la época de Remi Garde no trajo consigo los éxitos esperados, y para esta nueva andadura se ha contado con Hubert Fournier tras su impecable gestión al mando del Stade Reims, con una premisa básica: Tola Vologe es el pilar fundamental. 

Benzema, Ben Arfa o Giuly son productos recientes de la cantera, pero por lo general incluidos en plantillas más universales. El elenco que maneja Fournier en el curso 2014/2015 cuenta con una base amplísima de futbolistas criados en Tola Vologe, y las sensaciones en este arranque de temporada son que, a pesar de que el club está lejos, sobre todo, de Olympique de Marseille y Paris Saint Germain, puede comenzar a construir un nuevo ciclo que si bien en ningún caso será tan dominante como el de su mejor época reciente, sí podría devolver al OL a su principal objetivo: regresar a la Liga de Campeones. En 2013 la web oficial del club presumía de haber hecho contrato profesional con el primer equipo a 47 futbolistas en los últimos diez años, o de haber sido, en 2012, elegido por la Federación Francesa de Fútbol mejor cantera del país (teniendo en cuenta clasificaciones de las categorías inferiores e internacionales aportados). Para esta temporada, hasta 20 futbolistas con dorsal de la primera plantilla pueden ser considerados canteranos, y la noticia es que muchos de ellos, y en todas las líneas, están alcanzando un nivel ilusionante. 

En la portería, Anthony Lopes ya se ha asentado como titular indiscutible. Desde los 6 años en las escuelas formativas, ha sido internacional en todas las categorías inferiores de Portugal. No es el perfil de portero sobrio, pero tiene una agilidad y reflejos absolutamente sobresalientes, y aprovechó la lesión de Vercoutre para quedarse con la titularidad bajo palos. En defensa, el principal producto de Tola Vologe es Samuel Umtiti. Puede jugar como lateral izquierdo, aunque su mejor posición es la de central. Como Lopes, también internacional en todas las categorías inferiores -en su caso con Francia-, es un defensa que ya lleva 100 partidos a sus espaldas en el primer equipo, a pesar de tener solo 20 años. Esta experiencia le está otorgando una mayor lectura, su principal problema en sus comienzos, midiendo más sus intervenciones y siendo más pausado en sus acciones con pelota. En medio campo, el nombre principal es Gonalons, uno de los mejores mediocentros de toda la liga francesa, y que se ha convertido desde el primer momento en el eje del 4-4-2 en rombo de Fournier. Para completar ese medio campo se espera a Grenier, aún lesionado, y otra de las grandes joyas de las inferiores: se trata de un centrocampista completísimo, capaz de ofrecer soluciones en movimientos de apoyo, pero también con capacidad para pisar área, y con un altísimo registro de recursos técnicos para guardar la pelota y pasarla con eficacia. En esa espera, están apareciendo Tolisso -un jugador polivalente, capaz de rendir como lateral, con bastante llegada y dinamismo- y Ferri -un centrocampista menos conductor, pero que da buenas ayudas a Gonalons, el mediocentro-. Y por supuesto en ese medio campo no hay que olvidarse de Malbranque, que está de regreso tras una larga experiencia, pero que completó su formación en el OL. Una base potente y competitiva, aunque, sin duda, lo más vistoso está en el último tercio de campo. 

Fekir, N'Jie y Lacazette

En la parcela ofensiva está destacando más que ningún otro Alexandre Lacazette, que lleva 7 goles en Ligue 1 en 9 partidos jugados (8 en todas las competiciones), y que es sin duda la gran referencia del equipo en el último tramo de campo. Fournier juega con dos puntas muy móviles, así que Lacazette puede descolgarse, recibir en las bandas, y trazar movimientos de ruptura hacia una zona que está liberada en el frente de ataque. Está finísimo en todas sus acciones, y a día de hoy está siendo uno de los mejores jugadores del campeonato francés. A su lado, se ha hecho con el puesto Nabil Fekir, otro punto que apuntar en el casillero de Fournier. Sin ser exactamente un delantero -su posición natural es la de extremo, preferiblemente partiendo de derecha, a pie cambiado-, su nuevo técnico le ha dado libertad para participar en todo el frente de ataque, y la sorpresa positiva es que su influencia está llegando metros más atrás, en zona de tres cuartos. Gran regateador, tiene desborde y electricidad; su participación está siendo clave. Y para completar este trío, el camerunés Clinton N'Jie. Llegado en 2011 del Brasseries du Cameroon para jugar en el filial, ha sido esta la temporada en la que está teniendo oportunidades con regularidad en el primer equipo. N'Jie es un regateador puro, callejero, muy rápido, sortea rivales con una facilidad pasmosa, y está en un momento de su formación en la que alcanzar un mayor punto de determinación para finalizar sus acciones le convertirá en pieza codiciada dentro del fútbol europeo. Los tres están destacando, pero detrás esperan joyas en formación como Benzia, un delantero aún por pulir pero de aptitudes enormes, Yattara, un punta de buenos movimientos, o Ghezzal, un hombre de banda con capacidad para desbordar y ofrecer soluciones exteriores. 

Unos días después de su arresto, Anatole Vologe fue acribillado a tiros por la Gestapo. En los juicios por aquel crimen se alegó que el prisionero trató de huir. Los crímenes de guerra en la Francia de Vichy prescribían tras 20 años, y Klaus Barbie supo escabullirse, en Alemania, donde fue protegido por el contraespionaje estadounidense para ayudarles a luchar contra el comunismo, y en Bolivia, donde se ocultó hasta 1983. En 1987 comenzó su proceso judicial en Lyon, donde fue condenado a cadena perpetua, falleciendo en prisión en septiembre de 1991, con 77 años, enfermo de leucemia. La historia de Vologe y de su -aunque no disparase- verdugo, me recuerda a una de mis frases favoritas de Miguel de Unamuno: "¡Dejar un nombre! Es todo lo vivo que hay que dejar, un nombre que viva eternamente. Lo demás, son huesos". Tola Vologe dejó un nombre, y hoy la cantera del Olympique Lyonnais lo honra.

1 comentario:

  1. Articulo muy completo sobre la cantera liones. En Lyon hablan mucho de Bahlouli como la futura joya de Tola Vologe. Se parece mucho a Fekir, tal vez con una tecnica aun mejor. Pero, al igual que Benzia, le falta mucha madurez. Tienen una pesima mentalidad y por eso no mejoran lo suficiente para presumir jugar en la primera plantilla.
    El Lyon està utilizando su cantera porque desde 2012 està construyendo su propio estadio, sobre el modelo del Arsenal o del Bayern. Las financias del club estan dedicadas a este proyecto en prioridad, y poco dinero esta invertido en jugadores. Hay que tener en cuenta que en Francia, todos los estadios de los equipos de Ligue1 partenecen a las ciudades que lo alquilan a los clubes, lo que cuesta caro. Aulas espera que este estadio que partenecera al club de Lyon le permitera generar dinero para construir una buena plantilla y volver de manera durable en Champions.

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