miércoles, 15 de octubre de 2014

Rumbo a la Eurocopa. Día 2.


La República Checa domina el Grupo A con tres victorias en tres partidos. La gran noticia para el conjunto dirigido por Pavel Vrba llegó en su visita a Estambul, donde sacó los tres puntos (1-2) frente a Turquía. Los checos aprovecharon al máximo las cualidades de los dos extremos del Sparta Praga, Krejci y Dockal, y con ataques directos y verticales encontraron buenas posiciones de remate. En Kazajistán remataron la faena (2-4), donde al buen rendimiento de los dos hombres de banda se sumó el de un David Lafata que se ha hecho con el 9 en estos primeros partidos con total merecimiento.

Islandia ya se puso en boca de todos en la pasada fase de clasificación al mundial, y los 9 puntos sobre 9 que lleva en esta afirman que aquello no fue casualidad. El conjunto dirigido por Lagerbäck abrió esta fecha ganando con mucha solvencia a Letonia (0-3), aunque la gran machada llegó con su victoria frente a Holanda (2-0). Los islandeses basaron su propuesta en el orden y la solidaridad, y el acierto de Gylfi Sigurdsson -hizo los dos tantos- terminó de definir el sorprendente marcador. 

Esa derrota deja sin duda a la Holanda de Guus Hiddink envuelta en un mar de dudas. Es cierto que durante momentos puntuales de ese partido contra Islandia, Robben o Sneijder dejaron algún buen pase para romper las consistentes líneas rivales, pero la derrota, dada la diferencia de nivel individual, es dolorosa. Y la hace aún más, si cabe, después de que días antes los tulipanes resolvieran su choque ante una Kazajistán en inferioridad numérica en los últimos minutos de encuentro. En ese partido solo la entrada de Huntelaar y el paso a recursos más básicos -centros laterales, disparos desde fuera del área- fueron el camino para abrir la lata.

Y si en este grupo hay sorpresas positivas, quizá la más negativa es que Kazajistán y Letonia acaban la fecha por encima de Turquía, que suma un solo punto de nueve posibles. Contra la República Checa se pudieron rescatar algunos detalles positivos, como la fantástica actuación de Arda Turan jugando con libertad por detrás de Umut Bulut, aunque el empate contra los letones (1-1) ha disparado las alarmas. Los problemas internos han envuelto al equipo en un clima que puede ser causa del mal rendimiento deportivo.




Sin demasiado brillo, pero la Gales de Gareth Bale comanda su grupo, y los 7 puntos de 9 posibles son sin duda una buena noticia para una selección que no juega una fase final desde 1958, cuando disputó el Mundial de Suecia. El 0-0 frente a Bosnia se hizo bueno teniendo en cuenta que los balcánicos perdieron en casa frente a Chipre, y a que el conjunto de Chris Coleman logró, días después, ganar a los chipriotas (2-1), a pesar de jugar en inferioridad numérica durante toda la segunda parte. 

Israel es segunda, con seis puntos en seis partidos. Los de Eli Guttmann debutaban en el grupo después de que se aplazase su partido frente a Bélgica. Se podía esperar la victoria frente a Andorra -los israelíes la lograron con comodidad, por 1-4-, aunque el triunfo en Chipre (1-2) sí es, en el contexto del grupo, mucho más valioso. El protagonista, con cuatro goles entre los dos partidos, fue Omer Damari, que este verano abandonó Israel -donde tuvo fantásticas cifras con el Hapoel Tel Aviv- para firmar con el FK Austria.

Otra que debutaba, lógicamente, era la Bélgica de Marc Wilmots. El primer día ganó con mucha solvencia (6-0), como era de esperar, a Andorra, aunque en su siguiente partido no pudo pasar del empate a uno, a domicilio, frente a Bosnia. Los belgas jugaron ese día un 4-2-3-1 asimétrico, con Defour y Nainggolan en el doble pivote, y cuatro hombres por delante, De Bruyne y Hazard entre líneas, y Lukaku y Origi -que partía de derecha- haciendo movimientos más verticales. No terminaron de encontrar un plan de ataque estable, y fue un fallo de Begovic tras disparo de Nainggolan lo que significó el empate final. 

Un fallo que sabe especialmente mal, dado el flojo arranque de Bosnia en el grupo. Los de Susic aún no han podido ganar. Frente a Bélgica el equipo alcanzó algo más de producción ofensiva, con un Pjanic que, aunque partiese de la banda derecha en un 4-4-2, tuvo bastante participación interior y diseñó varias ocasiones de gol. Dzeko también encontró posiciones de remate, pero el acierto de Courtois volvió a jugar un papel clave. 




Otra de las sorpresas en esta fase de clasificación es que Eslovaquia comande el grupo C. Sus 9 puntos sobre 9 dejan a los de Kozák en una fantástica situación. La machada, obviamente, fue la victoria (2-1) frente a España. El buen hacer en la defensa de su área, y el excelente rendimiento de Hamsik como hombre más adelantado fueron las claves de la victoria. El capitán del Napoli volvió a resultar decisivo tres días después en la visita a Bielorrusia, donde, en un papel más habitual para él, como mediapunta, marcó dos goles decisivos.

España está en pleno proceso de reconstrucción, y en esos primeros pasos de indeterminación se dejó tres puntos en Eslovaquia. Del Bosque apostó ese día por un 4-2-3-1, con Fabregas detrás de Costa, y la sensación es que faltaron primeros pases -Busquets y Koke hicieron el doble pivote- de calidad. Frente a Luxemburgo, un rival de bajo nivel, la victoria por 0-4 y los goles de Alcácer y Costa fueron en cierto modo balsámicos. El rendimiento global no pareció estar del todo equilibrado, aunque quizá fue un riesgo asumido por Del Bosque, buscando un resultado abultado que devolviese la confianza al grupo. Silva, como mediapunta en un rombo, fue de lo más destacado. 

Y el tercer puesto de Ucrania hace que en este grupo aparezcan arriba los tres equipos que, a priori, deberían de disputarse la clasificación directa. Los de Fomenko sufrieron para sacar los tres puntos frente a una Bielorrusia muy encerrada (5-4-1), que limitaba las apariciones de sus dos estrellas, Yarmolenko y Konoplyanka. Al final, un gol en propia puerta de Martynovich abrió el marcador, que acabó en 0-2. Frente a Macedonia, a pesar de que el resultado fue más corto (1-0), dio la sensación de existir algo más de producción en campo rival.




Polonia abre el grupo D, y lo hace tras una fecha que, históricamente, ha supuesto una explosión de júbilo para ellos. Lo es gracias al 2-0 cosechado frente a Alemania, que suponía su primera victoria contra la Mannschaft. Los de Nawalka aprovecharon sus oportunidades, y cimentaron el triunfo en el desacierto rival, y en el gran trabajo de Szszesny y Glik, pilares defensivos. No pudieron rematar la faena en el siguiente partido, aunque al menos rescataron dos puntos frente a Escocia (2-2) gracias a un tanto del joven punta del Ajax Milik, que ya había abierto el marcador frente a Alemania.

Empatada a puntos, la República de Irlanda celebra una buena semana. El 7-0 a la débil Gibraltar entraba, lógicamente, dentro de lo normal, aunque la principal noticia estuvo en el 1-1 logrado frente a Alemania a domicilio. El conjunto dirigido por Martin O'Neill juntó al bloque muy abajo, hizo trabajar a todos -los extremos McGeady y McClean retrocedían con los laterales hasta formar, por momentos, línea de seis defensas-, y ni el gol de Kroos hizo cambiar el planteamiento. El premio llegó en la última jugada, con un remate de O'Shea que hizo explotar a los aficionados desplazados a Gelsenkirchen.

El solitario punto que ha sacado Alemania en sus dos partidos es, lógicamente, una de las grandes noticias de esta fecha. Frente a Polonia la campeona del mundo jugó bien, produciendo ocasiones y controlando los contragolpes rivales con cierta solvencia. Solo la falta de calidad en el remate provocó el pinchazo. Contra Irlanda, sin embargo, al equipo le costó más ser fluido. En ambos partidos Löw utilizó este particular 4-4-2 sin referencias arriba, y el segundo día, con unos irlandeses más agresivos en la marca, Müller y Götze no pudieron aparecer con ventaja para dar fluidez a la circulación. La entrada de Draxler por Schürrle tampoco ayudó, en un sistema que necesita de sus hombres de banda agresividad en sus movimientos para acabar dentro del área en zona de remate. La buena noticia para Alemania es que la recosntrucción ha comenzado con tiempo, aún con la próxima fase final en el horizonte, y este formato deja margen de maniobra. 

La cuarta clasificada, y la que debería de entrar en la pelea por la clasificación con los tres primeros, es Escocia, que no pudo aguantar la ventaja en su visita a Polonia. Los de Gordon Strachan cuentan con futbolistas dinámicos, de buenos recursos técnicos y con velocidad para hacer daño, y el funcionamiento de Maloney, Anya y Naismith resultó clave para arrancar ese valioso punto del Stadion Narodowy. Días antes lograron una valiosa victoria como locales, por 1-0, contra Georgia. 




Comanda Inglaterra el Grupo E, y los números son mejores que las sensaciones. Al menos, y esto es noticia positiva, Hodgson está tratando de brindar un escenario en el que la gran cantidad de buenos futbolistas ofensivos que está produciendo el país, se encuentren cómodos. Repitió el seleccionador en sus dos partidos (5-0 frente a San Marino y 0-1 contra Estonia) con ese 4-4-2 en rombo estrecho. Lo de San Marino fue un paseo, pero frente a Estonia el equipo no llegó a poder producir ocasiones con continuidad. Fue tras la entrada de Oxlade y Sterling cuando encontraron algo más de agilidad, aunque fue un disparo de Rooney, de falta directa, lo que abrió el marcador. 

Lituania es segunda después de su victoria frente a Estonia y su triunfo en la primera jornada contra San Marino, aunque la selección que mejores sensaciones ha dejado estos días en este grupo ha sido Eslovenia. Los de Katanec acumulan dos victorias en esta fecha (1-0 ante Suiza y 0-2 ante Lituania), y en ambos choques destacó el nombre de un futbolista que está llamado a recalar en una liga de mayor nivel; Kevin Kampl (Red Bull Salzburg) lució tanto en el doble pivote, como jugando como enganche, en una posición más natural para él.

Y si hay sorpresas positivas es porque también las hay negativas. Es el caso de la Suiza de Vladimir Petkovic, que tras tres jornadas solo ha podido ganarle a San Marino (0-4). El ex técnico de la Lazio está probando un sistema 4-3-1-2, y lo cierto es que entra dentro de la lógica, dado que explota las condiciones de sus jugadores más determinantes (Shaqiri, Lichtsteiner, Ricardo Rodríguez). Lo que dejó más dudas fue el desempeño de su triángulo defensivo, dado el bajo nivel de la pareja de centrales Senderos-Djourou, y el hecho de que Inler no sea exactamente un pivote posicional. 




En el Grupo F hay una de las luchas más bonitas de todos los que están en liza, y es que la totalidad de sus integrantes, excepto Islas Feroe, parece contar con opciones reales. Comanda el grupo la sorprendente Irlanda del Norte de Michael O'Neill, que ganó sus dos partidos, siendo lo más destacable el 0-2 que sacó de Grecia. Los norirlandeses se organizaron en un 4-5-1, y cuando salieron, con Lafferty como punta de lanza, lo hicieron con peligro.

Rumania es segunda, y parece estar ante la gran oportunidad de regresar, ocho años después, a una fase final. El conjunto dirigido por Victor Piturca se dejó en los últimos instantes dos puntos contra Hungría (1-1), aunque logró una valiosa victoria (0-2) en Finlandia. El técnico rumano cuenta con unos cuantos futbolistas de tres cuartos de buen pie y capacidad de desborde, como Torje, Tanase, Chipciu o Maxim.  

Finlandia y Hungría serán dos de los grandes animadores, aunque la noticia, sin duda, está en el bajísimo rendimiento de la Grecia de Ranieri. El combinado heleno solo ha sacado 1 punto de 9 posibles, y el nivel mostrado frente a Irlanda del Norte fue bajísimo: un equipo inconexo, en el que solo Samaras pareció entender las necesidades de una Grecia que se ha encontrado, de buenas a primeras, en una situación bastante delicada.




Austria lidera el grupo G, y parece una de las selecciones que más claro tiene querer pescar gracias a este nuevo formato. Victorias frente a Moldavia (1-2) y Montenegro (1-0), y una idea que ya se está asentando, gracias al buen funcionamiento de Baummgartlinger y Alaba en medio campo, a los que se están sumando Arnautovic o el recién estrenado goleador Okotie en el plano ofensivo.

Dejó una de cal y otra de arena la Rusia de Capello en esta jornada internacional, a pesar de que los resultados frente a Suecia y Moldavia fuesen idénticos (1-1). En su visita a Solna los de Capello dejaron sensaciones ofensivas realmente positivas, gracias a la pareja que formaron Dzyuba y Kokorin -el del Dinamo de Moscú jugó a un altísimo nivel-, y quizá su ausencia en el partido ante Moldavia acabó resultando decisiva. 

Suecia, por su parte, acusó, como es lógico, la ausencia de Zlatan Ibrahimovic, aunque el balance de 4 puntos sobre 6 no es del todo negativo. Sin el del PSG y tras la lesión de Toivonen, la buena noticia que puede sacar Hamrén es el rendimiento de Zengin y Durmaz, este último habiendo abandonado en estos dos partidos su posición habitual como extremo, para dejar buenas actuaciones en el rol de interior izquierdo.

Montenegro queda tocada después de sus dos choques, ya que si la derrota frente a Austria podía entrar dentro de lo esperado, no poder pasar del empate frente a Liechtenstein sí es un pinchazo importante. Los focos de nuevo sobre Jovetic, que por culpa de sus sempiternos problemas físicos, no pudo estar al 100%.




Hasta cuatro equipos parecen pelear la clasificación en este grupo H, siendo Croacia e Italia, con tres victorias en tres partidos, los destacados. Croacia cambió su plan asociativo visto frente a Malta para volver a una versión más directa y experimentada en su visita a Bulgaria, y la decisión de Kovac acabó resultando, merced al 0-1 final. Sin embargo, algo de aquel plan recuperó para enfrentarse a la replegada Azerbaiyán, y el planteamiento, de nuevo, con Rakitic, Modric, Kovacic y Brozovic juntos en medio campo, resultó ganador: 6-0. 

Ni mucho menos está dejando las mismas sensaciones la Italia de Antonio Conte, y de hecho abandona esta jornada internacional con ciertas dudas. Victorias por la mínima frente a Azerbaiyán (2-1) y Malta (0-1), y en ambos partidos quedó la sensación de que al equipo le faltan recursos frente a rivales que le dejan hacer en los primeros pases, pero que limitan el juego interior en campo rival. La noticia positiva fue la aparición de Graziano Pellé en el choque ante Malta, que además de marcar el gol de la victoria, resultó una solución  diferente gracias a su juego de espaldas y su facilidad para ganar pelotas directas.

Por debajo, parece que Noruega y Bulgaria se van a disputar la tercera plaza. Los noruegos se marchan con seis puntos y la sensación de que cuentan con algunos futbolistas jóvenes de mucha calidad, llamados a hacer grandes cosas con la selección absoluta. Dæhli es un buen ejemplo, aunque sin duda la gran sensación es Ødegaard, que hizo su debut frente a Bulgaria con tan solo 15 años. Las sensaciones en Bulgaria son radicalmente opuestas. Se había mostrado Lubo Penev como un entrenador con ideas frescas y buenos recursos, pero los cero puntos que hizo su equipo en estos dos partidos les dejan, viendo el rendimiento de sus rivales, con escaso margen de maniobra.




El Grupo I nos deja, tristemente, la noticia de la suspensión (a la espera de que la UEFA dicte sentencia con respecto a ello), del Serbia - Albania. La enorme tensión vivida en la previa y el durante acabó en una sucesión de imágenes lamentables. Toni Padilla lo contextualiza de forma brillante.

Entre unas cosas y otras (Francia, su "integrante fantasma", juega partidos amistosos contra el resto) ha dejado la clasificación bastante indefinida. Podemos hablar, eso sí, del triunfo de Portugal en Dinamarca. Fernando Santos debutaba en partido oficial, y lo hizo con un 4-3-3 donde Danny, Cristiano Ronaldo y Nani tenían muchísima libertad en el frente de ataque. Fue, finalmente, el futbolista del Real Madrid el que, con un soberbio salto, puso el 0-1 con el tiempo cumplido.

Enfrente una Dinamarca que no termina de definirse. Los de Morten Olsen empataron en Albania (1-1), y acabaron perdiendo ese choque con Portugal, donde el equipo jugó con un rombo en medio campo, siendo Bendtner y Vibe la poco productiva pareja de puntas. Khron-Dehli dejó claro que es su hombre más en forma, siendo protagonista de las mejores acciones del partido.

Y aunque Serbia haya entrado de lleno en las noticias como consecuencia de los altercados en el choque frente a Albania, sí se puede hacer una lectura deportiva -y no es demasiado positiva- de su choque ante Armenia (1-1). Dio una tremenda sensación de espesura el conjunto dirigido por Advocaat, y solo las puntuales incorporaciones de Ivanovic y Kolarov aclararon el panorama. Mala noticia para un combinado que cuenta con Tosic, Tadic o Markovic,


* Capturas: uefa.com

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